El presidente francés, Emmanuel Macron, condenó el veneno del antisemitismo tras el impactante ataque contra el rabino jefe de la ciudad de Orleans, en el centro del país. Las autoridades francesas están tratando el incidente como un crimen de odio antisemita.

El rabino Arié Engelberg fue agredido mientras caminaba por el centro de la ciudad con su hijo pequeño. Medios locales informaron que el sospechoso profirió insultos antisemitas al rabino antes de agredirlo físicamente.

“El ataque contra el rabino Arié Engelberg en Orleans nos conmociona a todos. Le ofrezco a él, a su hijo y a todos nuestros conciudadanos de fe judía todo mi apoyo y el de la nación… No cederemos ante el silencio ni la inacción», escribió Macron en una publicación en X.

El sospechoso fue arrestado poco después de la agresión y trasladado a un centro psiquiátrico, confirmó el ministro del Interior, Gérald Darmanin.

“Condeno con la mayor firmeza el ataque antisemita del Gran Rabino de Orleans”, publicó en X. “Tiene todo mi apoyo. El sospechoso fue arrestado e internado en un centro psiquiátrico”.

“No, el antisemitismo no es ‘residual’”, afirmó Yonathan Arfi, presidente del Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF), en respuesta a X. “Quienes minimizan, relativizan o justifican el odio a los judíos por un conflicto a 4 mil km de distancia tienen una inmensa responsabilidad”.

El rabino no resultó gravemente herido, pero quedó conmocionado, según informaron los medios locales. El alcalde de Orleans, Serge Grouard, condenó el acto atroz e intolerable, calificándolo de un grave atentado contra los valores de nuestra República.

Francia alberga la mayor población judía de Europa Occidental, con un estimado de 500 mil judíos, aproximadamente el 1% de la población nacional.

Es la tercera comunidad judía más grande del mundo, después de Israel y Estados Unidos. Esta prominencia ha convertido a Francia en un foco frecuente de creciente antisemitismo, especialmente en momentos de conflicto internacional intenso.

Durante los últimos años, los incidentes antisemitas han aumentado, con un marcado incremento registrado en 2023 tras los ataques de Hamás del 7 de octubre en Israel. Estos incluyen agresiones físicas, amenazas, vandalismo y acoso, lo que ha generado alarma entre las comunidades y líderes judíos.

En 2024 se registraron 1570 actos antisemitas, lo que representa el 62 % de todos los delitos de odio por motivos religiosos en el país. Las agresiones físicas o personales aumentaron un 3 % interanual.