Red Bull metió miedo con su actuación en el Gran Premio de Bahréin. La escudería austríaca dominó a placer la carrera en Sakhir con Max Verstappen en primer lugar y Sergio Pérez en el segundo puesto, consiguiendo un nuevo doblete. Tal es la ventaja que tienen los de las bebidas energética que incluso le pidieron a Verstappen bajar el ritmo en la segunda parte del GP.
Verstappen le sacó una diferencia de 11.9 segundos a ‘Checo’ Pérez, quien a su vez también superó a Alonso por amplio margen dejandolo en el tercer lugar. Ante ello, Red Bull quiso guardar parte de su potencia en el motor para no llevarlo al límite en la primera carrera del año y por ello le pidieron al bicampeón del mundo que rodara en el 1.37 mins por vuelta.
Sin embargo, Verstappen en un principio se negó en la radio al contestar. “No me importa ir más lento, pero solo si ambos (Checo) vamos más lento” a lo que su ingeniero, Gianpiero Lambiase, le respondió que no estaban peleando posición en pista.
Verstappen siguió sin hacer caso en las siguientes vueltas por lo que su ingeniero le insistió en que bajara la velocidad “Me voy a aburrir de esto, así que por favor Max” dijo Lambiasse.
Cabe recordar que la relación entre ambos pilotos quedó friccionada después de lo acontencido en el GP de Brasil, donde Verstappen se negó a apoyar a Pérez en su lucha por ser sublíder del campeonato. El mexicano estalló ante los microfónos, sin embargo, despúes los ánimos se calmaron y aseguraron que la situación entre ambos ya había quedado arreglada.