Luego de meses de huelgas en reclamo por mejores salarios que permitan hacer frente a la inflación del país, los sindicatos que representan a miles de trabajadores del rubro de la enfermería y la salud anunciaron un acuerdo con el Gobierno británico.
El pacto en cuestión se aplicará a cerca de un millón de trabajadores del Servicio Nacional de Salud (NHS) e incluye un aumento salarial del 5% para el próximo año mientras que, para este 2023, se garantiza una suba adicional del 2% y un bono de 1.250 libras (USD 1,510) por persona.
El acuerdo no alcanza a los médicos, que deberán continuar con sus medidas de fuerza para conseguir una reunión en Downing Street que les permita un lugar en la mesa de negociaciones.
Si bien la suba no condice con la inflación del Reino Unido -que superó el 11% en octubre y se situó en 10,1% en enero- los principales sindicatos han recomendado aceptar la propuesta realizada por el ejecutivo de Rishi Sunak.
Tras conocerse el acuerdo, el Primer Ministro respaldó las negociaciones, calificó el pacto como “asequible para el contribuyente” y aseguró que el dinero no provendrá de recortes en servicios “orientados al paciente”. En tanto, aseguró que le permitirá a su Gobierno “cumplir la promesa de reducir la inflación a la mitad”, algo que -asegura- no sería posible si se otorgara una suba mayor.
Estas medidas de fuerza han puesto y continúan poniendo en riesgo al servicio de salud nacional, que aún se recupera de los estragos de la pandemia del coronavirus.
En ese sentido, si bien el de este jueves fue un importante paso en pos de restablecer la situación en el país, los médicos recién graduados -unos 36.000 profesionales- continúan con su huelga de 72 horas a la espera de negociaciones.
Junto a ellos, continúan con los paros los trabajadores ferroviarios, personal de aeropuertos que maneja equipajes, personal de fronteras, instructores de manejo y trabajadores postales.
Todos ellos sostienen que los salarios del sector público no se han mantenido a la par de los aumentos de precios.
En la víspera, el jefe del Tesoro, Jeremy Hunt, había anunciado un presupuesto que generó cierto malestar entre los trabajadores ya que no contempla aumentos para los sectores que han adherido a estas medidas de fuerza.