Un guardia de seguridad murió en un ataque con armas de fuego contra la mayor cadena de televisión de Albania a primera hora del lunes, y el primer ministro del país calificó de “preocupante” el asalto al medio de comunicación.
El guardia, de nombre Pal Kola y de 60 años, se encontraba en una cabina frente a la sede de Top Channel en la capital Tirana cuando fue alcanzado por una ráfaga de disparos procedentes de un todoterreno que pasaba por allí.
La policía no dio ningún motivo posible para el ataque, diciendo que “la investigación está en curso”. Pero dijeron que los atacantes utilizaron un rifle Kalashnikov.
El ataque tuvo lugar ayer, domingo, cuando el guardia estaba calentándose dentro de su cabina, situada en la entrada del edificio, que a su vez se encuentra en un barrio periférico de la capital albanesa.
El todoterreno fue encontrado horas después en el arcén, a unos 40 kilómetros del lugar del atentado, donde había sido incendiado.
Los disparos han provocado temor entre los participantes del concurso Gran Hermano Vip, un programa que se transmite en directo por esta cadena.
El primer ministro del país balcánico, Edi Rama, ha condenado esta “agresión criminal contra Top Channel” y exige “una respuesta clara de las fuerzas del orden”. Además dio el pésame a la familia de la víctima y al personal del canal y pidió “la solidaridad de todos en este momento tan preocupante”.
La embajada de Estados Unidos en Tirana condenó el tiroteo.
“Instamos a las fuerzas del orden a llevar a cabo una investigación exhaustiva que lleve a los autores ante la justicia”, declaró la embajada.
También la embajada británica y la delegación de la UE en el país condenaron el hecho.
La Fiscalía de Tirana ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del suceso e identificar a los autores, mientras que la Policía ha levantado puestos de control en las carreteras circundantes a la sede de la televisión.
Albania fue en su día tristemente célebre por el tráfico ilegal de armas. Más de un millón de fusiles Kalashnikov fueron robados de depósitos militares durante una revuelta en la década de 1990.
Sin embargo, los tiroteos masivos y los ataques violentos a periodistas son raros en esta pobre nación balcánica.