Humza Yousaf, ministro regional de Sanidad, fue elegido como nuevo líder del independentista Partido Nacional Escocés (SNP) y por consiguiente se convertirá en el sucesor de Nicola Sturgeon como jefe del Ejecutivo escocés.
Yousaf, que se presentó como el candidato de la continuidad que mantendrá la línea progresista de Sturgeon, se hizo con el respaldo mayoritario de los más de 70.000 afiliados del SNP, tras cinco semanas de dura contienda que dejaron al descubierto profundas fracturas en el seno del movimiento independentista.
Este hijo de inmigrantes sudasiáticos, de 37 años, se convertirá en la primera persona de color en ocupar el cargo de Primer Ministro de Escocia.
Yousaf se impuso a otros dos legisladores escoceses en un concurso para sustituir a Sturgeon, quien dimitió inesperadamente el mes pasado tras ocho años al frente del partido y del gobierno semiautónomo de Escocia.
Yousaf, que debe ser confirmado como primer ministro por los legisladores escoceses el martes, se enfrenta al reto de unir al SNP y revitalizar su campaña por la independencia de Escocia del Reino Unido.
Los 72.000 miembros del SNP eligieron a Yousaf por un estrecho margen frente a la Secretaria de Finanzas escocesa, Kate Forbes, y el legislador Ash Regan quedó en un lejano tercer puesto.
Yousaf, de 37 años, es visto como el candidato de la “continuidad de Sturgeon”, que comparte los puntos de vista sociales liberales de la líder saliente.
Yousaf ha prometido seguir adelante con la legislación, aprobada por el Parlamento escocés pero bloqueada por el gobierno del Reino Unido.
Los votantes escoceses respaldaron la permanencia en el Reino Unido en un referéndum celebrado en 2014 que se consideró una decisión única en una generación. El SNP quiere una nueva votación, pero el Gobierno central de Londres se ha negado a autorizarla, y el Tribunal Supremo del Reino Unido ha dictaminado que Escocia no puede celebrarla sin el consentimiento de Londres.
Yousaf ha señalado que actuará con cautela. Dice que quiere construir una mayoría “asentada y sostenida” a favor de la independencia. Las encuestas sugieren que los votantes escoceses están divididos a partes iguales sobre esta cuestión.