Las autoridades de Ámsterdam dieron a conocer su nueva campaña, “Stay Away” (“Aléjese”), con la cual buscan evitar la visita de personas con el fin de alborotar la ciudad.
La iniciativa está dirigida -principalmente- a los hombres británicos de entre 18 y 35 años, aunque se prevé una ampliación durante el año a otros posibles “visitantes molestos” de países de la Unión Europea.
De esta manera, los funcionarios neerlandeses buscan disuadir el turismo masivo inadecuado que suele concentrar la ciudad, famosa por su Barrio Rojo y sus coffee shops en los que se vende marihuana de forma libre.
Para ello, los turistas que utilicen términos de búsqueda en Internet como “despedida de soltero Ámsterdam”, “hotel barato Ámsterdam” o “pubs en Ámsterdam” se toparán con anuncios que muestran videos en los que se les advertirá de los riesgos asociados al consumo excesivo de alcohol y drogas, que incluyen multas, antecedentes penales y hospitalizaciones.
“Ámsterdam es una metrópolis y las multitudes y el bullicio son características inherentes pero, para mantener nuestra ciudad habitable, ahora tenemos que optar por la restricción en lugar del crecimiento irresponsable”, justificó el alcalde Sofyan Mbarki y agregó que la ciudad está tomando otras medidas en contra del turismo excesivo.
Entre ellas, el paquete incluye un proyecto que busca prohibir la habilitación para fumar marihuana en espacios abiertos en el Barrio Rojo y, también, se estudia una nueva ubicación para un centro erótico alejado del distrito.
Ámsterdam es una de las ciudades preferidas de los viajeros de todo el mundo. Cada mes atrae a más de un millón de turistas, lo que supera a su población de poco más de 800.000 habitantes.
Las trabajadoras del sexo en los burdeles de las pequeñas calles como Stoofsteeg y los coffee shops de plazas históricas como Rembrandtplein y Leidseplein son algunas de las principales características que vuelven a esta ciudad especialmente atractivas para los turistas que quieren “volverse locos”.
“Los visitantes seguirán siendo bienvenidos pero no si tienen un mal comportamiento y causan molestias. En ese caso, nosotros como ciudad diremos: ‘mejor no, aléjense’”, remarcó Mbarki.
Ell plan sobre el Barrio Rojo presentado la alcaldesa de la ciudad, Femke Halsema, busca alejar del casco histórico la prostitución, la insegurdad, el ruido y la suciedad, y trasladarlo al distrito sur de la capital. Allí, Halsema quiere crear un centro erótico como alternativa al famoso barrio.
Sin embargo, residentes y empresarios de la zona han expresado su malestar por este traslado y los problemas que ello conlleva.
“No me apetece seguir viviendo en este barrio y dejar que mi hijo vaya a la escuela en la línea Noord-Zuid. Estoy en contra de esto y, por eso, quiero que se escuche mi voz. Esto es inaceptable”, apuntó uno de los vecinos mientras que otro se mostró preocupado por los posibles tiroteos y la presencia del narcotráfico en la zona.
Ante esto, la alcaldesa prometió que “en el momento en el que haya una molestia, traficantes de droga -lo que no creo que suceda- habrá aplicación de la ley”.