Los medicamentos que combaten la obesidad podrían incluirse por primera vez en la “lista de medicamentos esenciales” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), utilizada para guiar las decisiones de compra de los gobiernos en países de bajos y medianos ingresos..
Los medicamentos esenciales son aquellos fármacos que “satisfacen las necesidades prioritarias de atención sanitaria de la población”.
Y si de obesidad se trata, las cifras en todo el mundo hablan por sí solas de la necesidad de atender la enfermedad: más de 650 millones de adultos en todo el mundo son obesos, lo que representa más del triple de la tasa de 1975, y aproximadamente otros 1.300 millones tienen sobrepeso, según la OMS. La mayoría -el 70%- vive en países de ingresos bajos y medios.
Además, las estimaciones aseguran que el número trepará hasta los 1.900 millones de personas con esta patología en 2035. Esto es, casi una de cada cuatro personas.
Si de obesidad infantil hablamos, las previsiones suponen que casi 400 millones de niños de todo el mundo padecerán obesidad en 2035. Es decir, casi uno de cada cinco niños, lo que significa que la enfermedad aumentará entre los más chicos más de un 100% de 2020 a 2035 (del 10% al 20% de esa población).
A su vez, la obesidad es una enfermedad que ocasiona otras más de 200 patologías, como cardiopatías, diabetes tipo 2, hipertensión, apneas de sueño, hígado graso, y algunos tipos de cáncer por mencionar algunas.
Un panel de asesores de la OMS revisará las nuevas solicitudes de medicamentos que se incluirán el próximo mes, con una lista actualizada de medicamentos esenciales para septiembre.
La solicitud para considerar esenciales a los medicamentos para tratar la obesidad fue presentada por tres médicos y un investigador en los Estados Unidos.
Incluir los medicamentos para tratar la obesidad entre los medicamentos esenciales de la OMS podría tener un gran significado para esa población.
Los expertos dicen que agregar medicamentos contra el VIH a la lista en 2002 ayudó a que estuvieran mucho más disponibles para los pacientes con SIDA en los países más pobres.