Responsables surcoreanos comenzaron a manifestar su preocupación ante el silencio total de Corea del Norte, que lleva tres días sin contestar a las peticiones de Seúl para mantener las habituales conversaciones mínimas de seguridad entre ambos países.
Responsables de seguridad de Seúl y Pyongyang mantienen por norma dos conversaciones telefónicas al día, bien a través de sus respectivos servicios diplomáticos interfronterizos (en días laborables) o canales militares (los fines de semana).
Sin embargo, esta vez Corea del Norte no está respondiendo a las llamadas surcoreanas por ninguna de las dos líneas. Los oficiales militares surcoreanos han intentado ponerse en contacto con sus homólogos del norte este domingo a las 09.00, sin éxito, según informa la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap.
La suspensión total de las comunicaciones es un fenómeno bastante inusual y está ocurriendo mientras el Norte realiza pruebas como la del sábado, que involucró a un drone submarino con capacidad nuclear.
Un precedente de este silencio tuvo lugar en 2017, cuando Corea del Norte rompió la comunicación varios días antes de lanzar un misil balístico que sobrevoló Japón. La línea directa entre ambos países quedó teóricamente restaurada cuatro años después.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el primer ministro de Japón, Fumio Kishida y el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol van a mantener una reunión trilateral en mayo durante la asamblea del G-7 en Hiroshima.
Biden solicitó esta reunión para discutir las continuas provocaciones de Corea del Norte con respecto a los frecuentes lanzamientos de misiles balísticos y el desarrollo de armas nucleares.
Además de Corea del Norte, también se espera que los tres líderes discutan los avances marítimos de China y el tema de una región del Indo-Pacífico libre y abierta basada en el estado de derecho.
La última vez que los tres líderes se reunieron fue en noviembre de 2022 en Phnom Penh durante una cumbre de la ASEAN.
Estados Unidos lleva pidiendo durante mucho tiempo a Japón y Corea del Sur que resuelvan sus diferencias bilaterales para fortalecer la cooperación de seguridad tripartita.