Miles de médicos en el Reino Unido han advertido que la semana entrante llevarán a cabo una huelga de cuatro días, que afectará seriamente a la sociedad.
La doctora Layla McCay, directora de políticas de la Confederación del Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés) adelantó que esta medida de fuerza podría tener un impacto mucho mayor que el de la realizada el mes pasado -que duró tres días-.
En aquella oportunidad unas 175.000 citas y procedimientos debieron ser aplazadas ante el cese de actividades de los médicos junior mientras que, en la huelga que se avecina, la cifra se elevaría a los cuatro millones.
La medida de fuerza anunciada comenzará el martes y estará encabezada por los jóvenes profesionales que llevan largo tiempo reclamando y buscando que el Ejecutivo se siente en la mesa de negociaciones.
En medio de la crisis del costo de vida impulsada por los fuertes aumentos en los precios de los alimentos y la energía, la población ha tenido que batallar para pagar sus cuentas ya que los salarios sindicales han caído en términos reales durante la última década.
Puntualmente, la Asociación Médica Británica informó que los médicos jóvenes han sido de los más perjudicados ya que han perdido más del 26% de sus sueldos en términos reales durante los últimos 15 años.
Es por ello que los empleados exigen aumentos en sus remuneraciones que sean razonables y permitan compensar la inflación, que supera el 10% según las últimas cifras oficiales.
Este reclamo se ha extendido a varios sectores públicos en el país, que han llevado adelante sus propios paros.
La semana pasada los trabajadores de la oficina de pasaportes iniciaron una huelga de cinco semanas y los agentes de seguridad del aeropuerto internacional londinense Heathrow se ausentaron del trabajo durante 10 días.
También, los conductores de trenes y autobuses, trabajadores postales, conductores de ambulancias y enfermeras, y hasta maestros encabezaron estos reclamos.
Inclusive, a principios de febrero, medio millón de trabajadores -entre los que había profesores, personal universitario y conductores de transporte público- llevaron a cabo la mayor huelga en una década en el país.
Este episodio obligó a miles de establecimientos a cerrar y cientos de pasajeros sufrieron demoras de trenes y buses, lo que derivó en que muchas personas debieran tomarse el día o recurrir al teletrabajo.
Sin embargo, no parece haber causado el efecto deseado ya que los últimos días los maestros se reunieron con el gabinete del primer ministro Rishi Sunak para negociar un aumento pero rechazaron la propuesta que les fue ofrecida ya que la catalogaron como “inaceptable”.
Ante esto, amenazaron nuevamente con organizar huelgas el próximo 27 de abril y 2 de mayo, afectando aún más a padres y alumnos.