Después de 15 años de una sequía devastadora, los embalses en Chile se están secando, poniendo en peligro el acceso al agua potable en la nación andina.
El embalse de Cogotí en la región de Coquimbo al norte de Chile, una cuenca con una capacidad de 150 millones de metros cúbicos, se ha agotado por completo a medida que el verano del hemisferio sur llega a su fin.
Los agricultores se encuentran desesperados, los campos se encuentran secos y los animales que se crían podrían morir a causa de la poca agua.
La sequía histórica ha impactado casi todos los aspectos de la vida en la nación rica en cobre, afectando todo, desde la producción minera hasta las áreas verdes de la capital.
El Instituto de Recursos Mundiales clasifica a Chile como uno de los países con mayor estrés hídrico del mundo, con el riesgo de que se quede sin suministro de agua para 2040.
Si bien las lluvias ayudaron a reponer algunos embalses en el centro y sur de Chile el invierno pasado, el norte permaneció seco, agotando los embalses en toda la región. Mucha gente afirma que podrían emigrar, pero la situación es la misma en todas las ciudades del país.