La semana próxima presentará el ministro José Luis González Alcántara su proyecto para declarar inconstitucional la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Estéril la advertencia del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Suprema Corte, pues a estas alturas del sexenio ya no importará el fallo, al quedar claro que nadie pudo aterrizar en el México real la magnífica idea de la Guardia Nacional.
Supliría las limitaciones de las minúsculas policías en la mayoría de los municipios con facultades y recursos para investigación y poder de fuego contra las bandas criminales. Patético que nadie pudiera aterrizar en el México real esa gran idea.
¿Lavará la FGR la imagen del Gobierno?
A diferencia de sus antecesores, el presidente López Obrador no está dispuesto a permitir que la imagen de su gobierno quede definitivamente manchada por los 40 migrantes que murieron en el incendio de un centro de migración en Ciudad Juárez.
Se dio cuenta que sería gravísimo aplicar el justicia y gracia para los amigos y, antes de que el costo político marque su sexenio, ordenó poner en marcha los mecanismos jurídicos que, además de castigar a presuntos culpables, sancionen a los políticamente responsables.
Leones por corderos, es la línea de Palacio Nacional, por la que el fiscal Alejandro Gertz Manero, procede a fincar responsabilidades al comisionado de Migración Francisco Garduño, con un mensaje: por el equipo debes tragarte este sapo.
Al priista Cárdenas Moreno: el muerto no ayuda
Con cara seria, el dirigente nacional del PRI Alejandro Moreno Cárdenas rechazó que la alianza opositora traicione a la ciudadanía al darle al partido oficial los votos para la reforma constitucional que acota facultades al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Le quitarán las partes que anulaban la equidad de género y así el dictamen, aclara, sólo define con mayor claridad las facultades Tribunal y evita decida sobre la democracia en la vida interna de los partidos.
Seguro que el dirigente priista no perderá un segundo de sueño por acusarle que sólo defiende mezquinos intereses personales. Lástima. Como dijo el clásico que no podía escribir un homenaje funerario: “el muerto no ayuda”.