La Autoridad Monetaria de Singapur dio instrucciones tácitas a los banqueros y reguladores del país de evitar hablar públicamente sobre la procedencia de las cuantiosas sumas de dinero que han ingresado al Estado durante el último año, con los chinos adinerados entre los principales clientes de las entidades financieras locales, informa Financial Times.
La petición se dio durante una reunión con el grupo de los integrantes de la industria el 20 de febrero, según confirmaron al medio varias personas que estuvieron presentes. Tres fuentes comentaron que, si bien la Autoridad Monetaria no mencionó ningún país en concreto, a todos les quedó claro que se refería a China, ya que el flujo de dinero de chinos a Singapur se ha convertido en un tema sensible a nivel nacional.
Mientras Pekín fortalece sus políticas contra la corrupción y los reguladores proceden con duros controles de los grandes negocios, muchos chinos ricos eligieron Singapur como destino para ellos y sus riquezas. Este fenómeno agudiza las tensiones entre los propios singapurenses, que enfrentan mayor desigualdad de ingresos y el encarecimiento de los alquileres y de la vida en general.
Bautizada como la ‘Suiza de Asia’ por sus intentos de mantener la neutralidad en el sector financiero en medio de las tensiones entre Pekín y Washington, Singapur ya acoge activos de muchas de las familias más ricas de China. Durante la reunión con el regulador, a los bancos privados se les pidió hacer su trabajo “en silencio”, dándoles a entender que no quieren “antagonizar” la ya de por sí delicada situación.
Asimismo, a la hora de reportar las fuentes de sus ingresos, los bancos no deberían destacar ningún mercado en particular, señaló a Financial Times un banquero de alto rango. La Autoridad Monetaria hizo hincapié en que el crecimiento de los flujos de dinero hacia el país fue impulsado “por individuos con grandes patrimonios procedentes de distintas regiones”.
El regulador singapurense también abordó en aquella reunión los “robustos controles de gestión de riesgos como protección contra el lavado de dinero y los riesgos de financiación del terrorismo”.