La espiral de violencia en la que se encuentra sumida Haití no amaina, según los últimos datos publicados por Naciones Unidas. El más reciente informe recoge que el número de víctimas de asesinatos, lesiones y secuestros aumentó un 28 % durante el primer trimestre de este 2023, en comparación con los tres últimos meses del año pasado.
El país lleva varios años inmerso en este clima de violencia, que se acentuó a partir de 2021 tras el asesinato del entonces presidente Jovenel Moïse, en julio de ese año. Desde entonces, la situación no ha hecho más que empeorar.
El principal motivo de inseguridad es la violencia de las pandillas, que ya controlaban buena parte del territorio y que buscan extender su dominio. Así, áreas de la capital del país, Puerto Príncipe, que tradicionalmente habían sido consideradas seguras, como Kenscoff y Pétion Ville, ya han comenzado a verse afectadas.
Las acciones de las bandas incluyen la utilización de violencia sexual, especialmente contra mujeres y niñas, como arma para aterrorizar a la población y conseguir su dominio. Aunque estos delitos están infradenunciados, una organización local de derechos humanos alertó que al menos 652 mujeres y niñas fueron sometidas a violaciones individuales y colectivas en áreas controladas por pandillas durante el último año.
El impacto socioeconómico de esta situación también es evidente, contribuyendo al aumento de la inflación, especialmente de los precios de la comida. Como ya sucedió con anterioridad, durante estos meses los comercios locales se vieron obligados a pagar impuestos ilegales a las bandas. Además, las principales carreteras quedaron bajo el control de las pandillas, donde camiones comerciales y otros vehículos sufrieron sistemáticas extorsiones, secuestros y robos.
Solo en abril, el país registró más de 600 asesinatos como consecuencia de una ola de violencia extrema que golpeó a varios distritos de la capital. Antes, entre enero y marzo, 846 personas fueron asesinadas, 393 resultaron heridas y 395 fueron víctimas de secuestro.
De acuerdo con el recuento de Naciones Unidas, al menos 1.446 personas fueron víctimas de homicidio doloso en los primeros cuatro meses del 2023. Entre estas cifras se encuentran al menos 164 casos de asesinatos y linchamientos de presuntos pandilleros.
Entre los incidentes recogidos en las últimas semanas se encuentra a francotiradores que disparan indiscriminadamente en la calle o hacia viviendas, o personas que han sido quemadas vivas en el transporte público.
Esos tipos de ataques se perpetraron a menudo junto con otros abusos contra los derechos humanos, como saqueos masivos e incendios de casas, y resultó en el desplazamiento de numerosas personas.
Entre enero y marzo, al menos 21 policías fueron asesinados como resultado de violencia relacionada con pandillas, mientras que al menos 238 presuntos integrantes de bandas fueron asesinados durante enfrentamientos (39 %), en operativos policiales (33 %) y por linchamientos o ejecuciones en el seno de las pandillas (28 %).
Desde la visita oficial que realizó el alto comisionado en febrero de este año, la institución ha estado alertando de la necesidad del involucramiento de la comunidad internacional para respaldar a la Policía Nacional de Haití.
De hecho, se aboga incluso por el despliegue urgente de una fuerza de apoyo internacional por un periodo de tiempo limitado. Sin embargo, todavía se especula sobre que país podría nutrir y tomar el mando de esas fuerzas.
Según el canciller de la vecina República Dominicana, Roberto Álvarez, hay rumores oficiosos de que varios países africanos se habrían ofrecido para llevar a cabo esa labor. En una entrevista en Diario Libre, sostuvo asimismo que “EE.UU. quería que fuera Canadá” y que también se hablaba de Chile y Brasil.