La Unión Europea (UE) publicó este martes una lista de 19 plataformas digitales con millones usuarios, entre ellas gigantes como Instagram, TikTok y Twitter, que deberán someterse a partir de fines de agosto a controles reforzados.
En el listado aparecen igualmente los principales servicios de Amazon, Google, Meta y Microsoft, todos con más de 45 millones de usuarios activos al mes en el conjunto de los 27 países de la UE.
Por la nueva normativa, esas empresas deberán someterse a auditorías anuales y respetar procedimientos para enfrentar la desinformación y los discursos de odio.
La UE adoptó de hecho dos leyes marcadamente estrictas, una sobre Servicios Digitales (LSD) y otra sobre Mercados Digitales (LMD), en su afán de poner orden en la operaciones de los gigantes digitales en el espacio europeo.
La LSD, que entró en vigor en noviembre, define un umbral de 45 millones de usuarios al año para distinguir entre las plataformas aquellas que por su tamaño son consideradas “sistémicas” y requieren una observación especial.
Además establece una diferencia entre las “Muy Grandes Plataformas en Línea” (VLOP, en inglés) y “Muy Grandes Motores de Búsqueda en Línea” (VLOSE, en inglés).
Los motores de búsqueda incluidos en la lista son Google Search y Bing.
En el caso de Google, la norma afecta a servicios especiales como Google Search, Google Maps, Google Shopping y Google Play, así como a Youtube.
También quedan clasificadas como empresas gigantes la red profesional LinkedIn, la tienda (App Store) de iOS, de Apple, la enciclopedia en línea Wikipedia, el servicio de mensajería Snapchat y el sitio web Pinterest.
En su mayoría, se trata de empresas con sede en Estados Unidos, aunque incluye a la plataforma de videos TikTok y la tienda en línea AliExpress, ambas de China, además de la firma alemana Zalando, de venta de ropa en línea.
Igualmente fue incluido el sitio de reservas de hotelería y pasajes Booking.
Por fuerza de la normativa, las empresas que no se ajusten a la ley tendrán que pagar multas que podrían llegar a 6% de sus ingresos globales y serían pasibles incluso de enfrentar una prohibición temporaria para poder operar en el espacio europeo.
Estas firmas deberán exponer sus algoritmos de funcionamiento a los expertos de la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE) y tendrán que poner sus datos a disposición de investigadores seleccionados que cuneten con el respaldo de la UE.