El ciclón Mocha, de categoría “muy severo” con vientos de casi 150 kilómetros por hora devastó varias zonas a su paso por la costa este de Bangladesh, y se mueve a través la costa hacia el noroccidente de Birmania (Myanmar) donde según medios ya se han reportado algunas víctimas y graves daños.
Cientos de miles de personas se encuentran albergadas en refugios, instalaciones gubernamentales, o escuelas, a expensas de las agencias humanitarias en las zonas costeras de Bangladesh y Birmania para los insumos básicos y alimentos.
Al menos seis muertos fueron reportados en Birmania, según la organización sin fines de lucro estadunidense Radio Free Asia, que citó testimonios locales y organizaciones civiles, sin embargo, de momento no hay un balance oficial de muertes.
El ciclón cruzó la mayor parte de la costa de Bangladesh con una velocidad de viento máxima de 147 km por hora, dijo a EFE el meteorólogo AKM Nazmul Haque.
La pequeña isla bangladesí de San Martín, en la Bahía de Bengala, fue la más afectada donde la tormenta dejó una estela de destrucción aunque sin víctimas, dijo el representante del gobierno local en la isla, Mozibur Rahman.
“Tenemos entre mil y mil 200 viviendas dañadas. A numerosas cabañas ecológicas les volaron los techos y la mayoría de los árboles se han caído. Pero afortunadamente nadie murió ni sufrió lesiones graves”, dijo.
La tormenta cruzó la costa del estado birmano de Rakhine, cerca de Sittwe, según las autoridades birmanas, que la califican como “extremadamente severa”.
Las primeras imágenes de Sittwe muestran viviendas dañadas, y las calles inundadas arrastrando objetos y escombros.
Es probable que la tormenta continúe su trayectoria hacia noreste y luego continúe hacia el estado de Chin y la región de Magway como una tormenta ciclónica “muy severa” durante esta noche, pronosticó el departamento de meteorología birmano.
“Las ráfagas de viento están arrancando árboles y ya se reportan daños en algunas áreas. La ONU y sus socios humanitarios están listos para brindar asistencia a los afectados”, informó la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU en Birmania.
El impacto en los campamentos de refugiados rohinyás, en Cox’s Bazar, con casi un millón de personas en vulnerables condiciones, son una de las principales preocupaciones de las agencias humanitarias.
Los refugiados de esa minoría birmana, de etnia bengalí y religión musulmana, han sido reubicados en zonas más seguras dentro del mismo campamento, en escuelas, oficinas y otras instalaciones.