De 2019 a la fecha, el Gobierno de la Ciudad de México ha invertido 40.3 millones de pesos para la conformación de la Red Sismica de la Ciudad de México (RSCDMX), que tiene como propósito monitorear los diversos microsismos que se han presentado en algunas alcaldías.
Así lo informó, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, quien dijo que el propósito es que la capital esté más preparada y tenga mayor información para continuar haciendo investigación científica al respecto.
Al hacer uso de la voz, la titular de la Secretaría de Gestión y Protección Civil, Myriam Urzúa, detalló que en general hay 173 estaciones de monitoreo sísmico, de las cuales 105 fueron adquiridas con un costo de 22 millones de pesos y 28 fueron actualizadas con una inversión de 10 millones de pesos.
Explicó que, en su mayoría tienen la apariencia de casetas, se encuentran en las calles de la capital y algunas, más menos, en pozos a profundidades de 20 a 30 metros del subsuelo.
Agregó que esto les permite “una mejora en las localizaciones epicentrales de los sismos y microsismos, es decir, conocemos su ubicación en forma mucho más precisa y mucho más ágil”.
“Como resultado de esta importante inversión, hoy contamos con información análoga, con una transmisión de datos en tiempo real, con una infraestructura tecnológica actualizada y comunicación continua entre todos los integrantes”, destacó.
Añadió que en términos de beneficios directos sobre estas acciones se puede generar mapas de intensidad para una estimación oportuna de posibles afectaciones, “lo que le permite a la autoridad tomar decisiones para una decisión rápida y eficaz”.
Agregó que en una segunda fase se colocarán 20 sistemas de monitoreo, principalmente, en el sur de la Ciudad; aunque refirió que este proyecto sigue en análisis.
También, puntualizó se centrarán en la elaboración de estudios específicos que nos ayudaran a entender mucho mejor la propagación de las ondas hídricas y de las fuerzas tectónicas, las propiedades físicas del subsuelo en la región y generar simulaciones computacionales de terremotos y sus posibles efectos en la infraestructura de la ciudad.
Por otra parte, el jefe del Servicio Sismológico Nacional (SSN), Arturo Iglesias Mendoza, informó que los microsismos que se han registrado en la Ciudad de México están asociados a la activación de pequeñas fallas pertenecientes a la Sierra de las Cruces, zona montañosa que separa al Valle de México del Valle de Toluca.
Destacó que en su mayoría suelen presentar magnitudes menores a 4 grados, y es poco probable que causen daño en inmuebles pese a que el movimiento es intenso y rápido.
Agregó que el sismo del 10 de mayo tuvo una magnitud de 3 grados, y tuvo percepción en la Alcaldía Álvaro Obregón y cercano a los límites de ésta con Magdalena Contreras y Benito Juárez, y hasta la fecha se han registrado 40 réplicas asociados a ese movimiento.
No descartan que se puedan presentar más microsismos, y rechazó que estos son generados por excavaciones o extracción del agua de los mantos acuíferos.
Finalmente, Laura Suárez Medina, Directora de Dictámenes de Seguridad Estructural de Edificaciones, que con los estudios realizados se toman las medidas necesarias para que se refuercen las normas en materia de construcción y con ello salvaguardar la integridad de los capitalinos.