A más de 400 días de una inauguración que se presenta como inédita, cuando empieza a apretar el calendario de definiciones, algo que comienza a sentirse en París: aumentan las dudas sobre las características de la ceremonia inaugural y posterior desarrollo de los Juegos, en una serie de imprecisiones reflejadas en las diferencias que persisten entre el ayuntamiento de París, el Comité olímpico organizador y el Estado francés.
El dispositivo en marcha será excepcional y esto requiere de acuerdos extraordinarios. Será la primera vez en la historia que unos Juegos Olímpicos tengan su acto de apertura íntegramente fuera de un estadio.
El 26 de julio de 2024 a las 20:24 en punto, sobre el río Sena, entre el puente de Austerlitz y el de Jena, la ciudad recibirá a 207 delegaciones deportivas internacionales que navegarán en unas 115 embarcaciones a través de los lugares más emblemáticos de la capital gala.
Aunque los detalles quieren mantenerse en secreto, el espectáculo principal ocupará a los grandes hitos de París. Las revelaciones describen será una verdadera “revolución” a través del deporte. La monumentalidad de la capital francesa llevará el protagonismo, una escenografía lo suficientemente soberbia para transitar seis kilómetros de la rivera parisina como nunca antes se haya visto.
Al firmar un protocolo de seguridad para esta jornada, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, no pudo disimular las dudas con respecto al número de asistentes autorizados para presenciar este espectáculo.
Las diferencias persisten entre el ayuntamiento de la ciudad, el comité organizador y el Estado, además de sumar una ola de críticas por el precio de las entradas.
A pesar del requerimiento de los periodistas, el funcionario no pudo dar una cifra precisa sobre el número máximo de espectadores que podrán asistir de forma gratuita a la ceremonia inaugural, refiriéndose durante un encuentro oficial a “varios cientos de miles de personas”. Lo que sí está claro es que en los muelles inferiores del río podrán asistir, pagando su entrada, unas 100.000 personas bajo la responsabilidad del comité organizador.
Ante fuertes cuestionamientos por los precios considerados excesivos, el jefe del comité organizador de los Juegos en París, Tony Estanguet, volvió a defender su modelo de venta de entradas, sosteniendo que ha sido un “éxito” las 6,8 millones ya vendidas de las 10 millones disponibles.
Para acumular dudas, los organizadores quieren instalar la llama olímpica en la Torre Eiffel, dijo una fuente familiarizada con el asunto este lunes. Sin embargo, no se precisó si la llama permanecerá o no en el monumento parisino mientras dure el evento deportivo que tendrá lugar del 26 de julio al 11 de agosto de 2024.