El presidente chino, Xi Jinping, pidió en una reunión interna del Partido Comunista (PCCh) “esfuerzos para modernizar y mejorar la capacidad de la seguridad nacional” ante “las circunstancias desafiantes que afronta el país”.
El mandatario instó a “seguir siendo muy conscientes de las circunstancias complicadas y desafiantes a las que se enfrenta la seguridad nacional” y a “comprender correctamente” los principales problemas que afronta.
En su intervención, Xi no detalló en qué consisten esos problemas, aunque la prensa local apunta a las fricciones con Estados Unidos, la tensión en el mar de China Meridional o la cuestión de Taiwán como las principales preocupaciones del liderazgo chino.
Xi, también secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y presidente de la Comisión Militar Central, hizo las declaraciones el martes al presidir la primera reunión de la Comisión de Seguridad Nacional del XX Comité Central del Partido, recoge este miércoles la agencia estatal Xinhua.
El PCCh ha conseguido hasta ahora “proteger resueltamente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo nacionales”, pero asegura que los problemas hoy son “considerablemente más complejos y mucho más difíciles de resolver”, el Partido subrayó la necesidad de “estar preparados para afrontar escenarios peores y extremos” y estar listos para “soportar fuertes vientos, aguas turbulentas e incluso peligrosas tormentas”.
Asimismo, la reunión instó a realizar esfuerzos “para salvaguardar la seguridad política” y “mejorar la gobernanza de la seguridad de los datos de Internet y de la inteligencia artificial”.
China necesita “un nuevo patrón de desarrollo con una nueva arquitectura de seguridad”, dijo Xi.
China ya dedica enormes recursos a suprimir cualquier aparente amenaza política al dominio del partido, y el gasto en policía y personal de seguridad supera al presupuesto del ejército.
Además de instar a demógrafos chinos han pedido a los gobiernos locales que refuercen sus políticas de apoyo a las familias con un solo hijo para aumentar la tasa de fecundidad, que ha caído a 1,07 en 2022, el nivel más bajo desde que se tienen registros.
Los expertos señalan que el retraso en el nacimiento del primer hijo es la principal razón de la baja fecundidad y que la mala experiencia en la crianza influye en la decisión de tener más descendencia, recogió hoy el diario oficialista Global Times.
Según los datos oficiales del censo realizado en 2020, el número de familias dispuestas y capaces de tener un primer hijo disminuyó, mientras que la edad media de las madres al tener el primer hijo aumentó de 26,4 años a 27,4.