Un terremoto de magnitud preliminar de 4,9 sacudió la madrugada del martes el sur de Haití, causando al menos tres muertos y varios heridos, según informaron las autoridades.
El sismo se produjo antes del amanecer cerca de la ciudad costera meridional de Jeremie, a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
“Pensé que toda la casa se me iba a caer encima”, dijo por teléfono Eric Mpitabakana, funcionario del Programa Mundial de Alimentos en Jeremie.
Frankel Maginaire, de la Agencia de Protección Civil de Haití en Jeremie, dijo a la AP que las tres personas que murieron fueron encontradas bajo una casa derrumbada, donde los equipos de rescate estaban buscando a más personas.
Agregó que varios niños fueron hospitalizados con heridas que recibieron después de que entraron en pánico y corrieron.
Mpitabakana dijo que las cosas se cayeron alrededor de su casa y que él y otros colegas están contemplando la posibilidad de dormir al aire libre si hay fuertes réplicas.
“Había mucha gente en la calle, y mucho pánico”, recuerda de los momentos posteriores al seísmo.
Claude Prepetit, geólogo e ingeniero de la Oficina de Minas y Energía de Haití, declaró a Radio Caraibes que los seísmos de menor intensidad que se produjeron a principios de año en el sur de Haití condujeron al de mayor magnitud que se produjo el martes.
El seísmo se produjo casi dos años después de que un terremoto de magnitud 7,2 sacudiera el sur de Haití y causara la muerte de más de 2.200 personas, siendo Les Cayes la zona más dañada. Algunas personas que perdieron sus casas el pasado agosto siguen viviendo en campamentos.
“Tuvimos dos años para prepararnos”, dijo Prepetit.
En 2010, un seísmo de magnitud 7 cerca de Puerto Príncipe, la capital densamente poblada, mató al menos a 200.000 personas y causó una devastación generalizada en los edificios.
El terremoto del martes se produce mientras Haití lucha por recuperarse de las fuertes inundaciones del fin de semana, que causaron al menos 45 muertos, 85 heridos e inundaron más de 13.600 viviendas. El primer ministro Ariel Henry ha solicitado ayuda internacional.