Este sábado, entre 3.000 y 4.000 activistas ambientales se han movilizado en el valle de Maurienne, en el departamento francés de Saboya, para protestar contra la construcción de la línea ferroviaria de alta velocidad Lyon-Turín que conectaría Francia e Italia mediante la excavación de un túnel. Según los manifestantes, este proyecto llevará a un desastre ecológico.
Alrededor de las 14:30 (hora local) han estallado las primeras tensiones entre los activistas y la Policía. Los agentes han lanzado repetidamente granadas de gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
El medio local Midi Libre, citando a un manifestante, indica que una de las granadas de la Policía provocó un incendio forestal, que algunos activistas han tratado de apagar.
Algunos de los ambientalistas han lanzado piedras a los agentes del orden desplegados en el lugar, asimismo se han proferido insultos contra la Policía y algunos periodistas. De acuerdo con el ministro del Interior de Francia, Gerald Darmanin, como resultado de los enfrentamientos 12 policías han resultado heridos.
Por su parte, durante una rueda de prensa al final de la jornada, el prefecto de Saboya, François Ravier, ha notificado que un manifestante también resultó herido en la pierna.
Debido a que la manifestación no había sido autorizada por el prefecto de Saboya, las autoridades han movilizado a 2.000 policías y gendarmes “para hacer cumplir el orden republicano”, ha informado el ministro del Interior de Francia, Gerald Darmanin. Además, el funcionario ha expresado el apoyo a los 12 agentes heridos.