El presidente de Argentina, Alberto Fernández, llamó este miércoles al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, a poner fin a la violencia en la provincia y respetar los estándares internacionales en materia de derechos humanos, en el marco de las protestas que se desarrollan en el distrito norteño.
En un mensaje ofrecido a la nación, el mandatario afirmó que los hechos de represión en Jujuy “son inadmisibles en nuestra vida democrática”, y señaló pronunciamientos de organismos internacionales de derechos humanos que se refirieron a la crisis política provincial.
“A tal punto ha llegado el conflicto generado por el Gobierno (de Jujuy), que por primera vez en mucho tiempo algo acaecido en nuestro país ha provocado el alerta y condena de organismos internacionales defensores de los derechos humanos”, dijo Fernández antes de citar a las Naciones Unidas (ONU), a Amnistía Internacional (AI) y a Human Rights Watch (HRW).
Estos organismos “se han pronunciado de forma clara y contundente clamando de manera inmediata el cese de la violencia estatal” en Jujuy, indicó el mandatario al brindar un mensaje desde la Casa Rosada.
En ese sentido, Fernández le pidió al jefe provincial que revise algunos artículos de la reforma aprobada este martes, que, según manifestó el presidente, “violan la Constitución nacional y los tratados internacionales”.
En esa misma jornada, las manifestaciones que se desarrollaban contra la modificación de la Carta Magna jujeña fueron duramente reprimidas por la Policía, con 170 heridos, algunos de ellos de gravedad, y 68 detenidos
En su discurso, el jefe de Estado pidió que Jujuy “no sea un laboratorio de prueba” de lo que se “pretende” llevar adelante en todo el territorio nacional. Morales es, además del gobernador de Jujuy, uno de los precandidatos presidenciales de la alianza opositora Juntos por el Cambio (JxC) para las próximas elecciones de octubre.
Por último, el líder peronista le solicitó a Morales que convoque al diálogo a los sectores de las comunidades aborígenes, que junto con el oficialista Frente de Todos y la izquierda se oponen a la reforma de la Constitución.
Minutos antes de la declaración del presidente, la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, emitió un mensaje en sus redes sociales en el que le reprochó al gobierno jujeño de Morales la responsabilidad de lo que ocurre en su provincia.
Además, pidió que “deje de echar culpas” sobre el gobierno nacional y remarcó la advertencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de la ONU, que expresó su preocupación sobre la situación en Jujuy.
Por su parte, el gobernador Morales refutó al presidente y a la segunda autoridad del Ejecutivo por sus “mentiras groseras”.
Según Morales, el derecho a la protesta está garantizado en la Constitución provincial de 1986 y también en la reciente reforma. “Nadie que se manifieste y proteste pacíficamente está en problemas en Jujuy”, aseguró desde su cuenta de Twitter.
Asimismo, el mandatario provincial acusó a la vicepresidenta de “financiar e incitar la violencia” en la provincia del norte. Y envió una nota a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al relator Especial sobre Libertad de Expresión, a la relatora sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y a representantes de la ONU responsabilizando al Gobierno nacional sobre la crisis en Jujuy.
En Buenos Aires, en tanto, agrupaciones políticas, gremiales y sociales se manifestaron en contra de la represión en Jujuy y en rechazo a la reforma constitucional, con una concentración en la sede del gobierno provincial en el centro de la Capital Federal.