El presidente francés, Emmanuel Macron, volará este domingo a Nueva Caledonia para un viaje oficial de varios días al Pacífico que también incluirá las islas de Papúa Nueva Guinea y Vanuatu, informan medios locales.
Según el Palacio del Elíseo, es la primera vez que un mandatario del país visita naciones independientes de la región del Pacífico y no solo territorios franceses de ultramar. Durante el viaje, el jefe de Estado pretende reforzar su estrategia hacia la región y consolidar a Francia como participante activo en los asuntos del área.
Macron visitó Nueva Caledonia por última vez en mayo de 2018. Desde entonces, la unidad territorial francesa ha celebrado ya tres referendos en los que los ciudadanos del archipiélago rechazaron la independencia de la isla. Sin embargo, el apoyo al cambio de estatus parece seguir siendo elevado entre la población indígena canaca.
Se espera que en Nueva Caledonia el mandatario se centre en varias cuestiones y retos importantes, que van desde la recuperación económica, la protección del medio ambiente y el estatus del territorio de ultramar.
Asimismo, se prevé que el jefe de Estado mantenga conversaciones con diversas fuerzas políticas locales. “Lo importante es invitar a toda la representación política neocaledonia para discutir con ella el estatus futuro y las negociaciones en curso”, revelaron desde el Gobierno a TF1.
El jueves 27 de julio, el presidente viajará a Vanuatu y un día después concluirá su agenda en Papúa Nueva Guinea. Según la prensa francesa, se trata de los dos países que actualmente están en el centro de las batallas diplomáticas chino-estadounidenses en las que París quiere desempeñar el papel de contrapeso para mostrar a los “vecinos” que Francia es “un país del Pacífico”.
El anuncio del viaje de Macron se produce un año después de la firma de un tratado de seguridad entre las islas Salomón y China que generó tensiones en el ámbito internacional.
Desde China, por su parte, han señalado reiteradamente que no están en contra de la cooperación igualitaria y mutuamente beneficiosa entre los países insulares del Pacífico, pero advirtieron contra la participación en “juegos geopolíticos”.