Ante la falta de especialistas y el auge de la producción armamentista debido al conflicto ucraniano, los fabricantes de armas de los países de Europa Central exploran nuevas formas para atraer y capacitar a nuevos trabajadores, informa Reuters.
Así, el fabricante checo de munición y proyectiles de artillería STV Group tiene planeado construir edificios de apartamentos para sus nuevos empleados en una ciudad cercana a su mayor planta, situada en la localidad de Policka. Además, empezó a ofrecer a trabajadores jubilados comidas gratuitas en su cafetería para que puedan compartir sus conocimientos sobre las líneas de producción de munición de la era comunista.
“Este intercambio informal de ideas tiene efectos excelentes e inmediatos en la eficiencia de los procesos de producción, especialmente cuando se está reiniciando la producción de productos que han estado fuera de producción durante mucho tiempo”, señaló el presidente de la empresa, David Hac.
Por su parte, la compañía checa Explosia, fabricante del explosivo plástico Semtex, optó por ampliar su cooperación con las universidades locales, además de acelerar la automatización para compensar la falta de trabajadores.
Mientras tanto, la empresa polaca WB Group, que produce vehículos aéreos no tripulados y sistemas de misiles, decidió el año pasado empezar a contratar mujeres a mayor escala en líneas de montaje donde antes trabajaban mayoritariamente hombres.
El presidente de la Asociación de la Industria de Defensa y Seguridad de la República Checa, Jiri Hynek, recalcó la necesidad de disponer de profesionales jóvenes. “Tenemos una población que envejece, investigadores, desarrolladores, innovadores que envejecen y [departamentos de] ciencias técnicas y naturales que producen una falta absoluta de personas a las que recurrir”, afirmó, advirtiendo que la escasez de especialistas amenaza con expulsar la producción de armas de la región.