“Miles de páginas” con información clasificada sobre instalaciones militares y de inteligencia en el Reino Unido se han filtrado a la Red, informa The Mirror. Según el medio, entre los documentos se encontraban datos sobre la base de submarinos nucleares de Clyde, el laboratorio de armas químicas de Porton Down y un centro de interceptación de comunicaciones del Gobierno.
Se informa que en los documentos divulgados había un informe sobre el pedido de suministro de equipos para el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ por sus siglas en inglés) situado en Bude, en el condado de Cornualles, que está catalogado como “instalación crítica” para la seguridad.
También se publicó una orden de venta que detalla los artículos comprados para la Base Naval de Clyde, donde se encuentran los submarinos nucleares Trident. En un documento filtrado relacionado con el equipo adquirido para defender Porton Down, un área de investigación militar británica, la compañía Zaun describe su trabajo allí como de “alto secreto”.
Según el medio, el ataque se llevó a cabo contra las bases de datos de Zaun, una empresa que fabrica vallas para sitios de máxima seguridad. Después del robo de información ultrasecreta, esta se publicó en la ‘darkweb’. The Mirror vinculó la filtración de datos con el grupo de ‘hackers’ rusos LockBit.
El diputado laborista Kevan Jones, miembro del Comité Selecto de Defensa de la Cámara de los Comunes, dijo a The Mirror que el incidente “tiene el potencial de causar daños muy graves a la seguridad”.
“El Gobierno necesita explicar por qué los sistemas informáticos de esta empresa eran tan vulnerables. Cualquier información que brinde a los enemigos facilidades de acceso a la seguridad es motivo de gran preocupación”, señaló Jones.