El consumo de plástico en los países del G20 podría casi duplicarse para mediados de siglo, a menos que se elabore un tratado de nuevas políticas globales para reducir su uso, advierte una investigación publicada este lunes por la iniciativa Back to Blue.
El informe, dirigido por expertos de Economist Impact y la Fundación Nippon, revela que sin ninguna intervención de políticas para impulsar el reciclaje o reducir los plásticos de un solo uso, su consumo en los países del G20 podría aumentar a 451 millones de toneladas para 2050.
El año pasado, la ONU inició las negociaciones con 175 países para desarrollar un acuerdo jurídicamente vinculante para hacer frente a la contaminación por este tipo de material. Sin embargo, el estudio advierte que solo políticas más ambiciosas de las que se están considerando tendrán un impacto significativo.
Para el estudio, los investigadores seleccionaron tres enfoques políticos que ya se están implementando en varios grados a nivel mundial y que han alcanzado las etapas avanzadas de las negociaciones del tratado de la ONU:
Prohibición de productos de plástico de un solo uso: un veto obligatorio de plásticos innecesarios y problemáticos que tienen el potencial de convertirse en basura.
Esquemas de responsabilidad extendida del productor: los actores de la industria que introduzcan envases en el mercado deberán pagar el costo de recolección y procesamiento después de su uso, aumentando así las tasas de reciclaje que reducirán la fuga de plásticos al medio ambiente.
Impuesto al plástico sobre la producción de resina virgen: una tasa ambiental aumentaría el costo del principal insumo, lo que generaría fondos para escalar las soluciones de gestión de desechos plásticos.
Según Back to Blue, las medidas propuestas combinadas, que cubren todo el ciclo de vida del plástico, desde la producción hasta la eliminación, podrían limitar el consumo anual a 325 millones de toneladas para 2050, pero aún sería un cuarto más que en 2019, y el equivalente a 238 millones de camiones de basura llenos.
En este sentido, el informe insiste en la necesidad de reformas audaces y radicales, que probablemente se enfrentarán a la oposición de productores, minoristas, organismos de la industria, grupos de consumidores y otros actores.
Asimismo, detalla que los países del G20 que todavía no han introducido prohibiciones nacionales sobre productos plásticos son: Brasil, EE.UU., Indonesia, Turquía, Sudáfrica, Arabia Saudita, Rusia, México y Argentina.