En 2023 el mundo ha sido testigo de las grandes innovaciones de inteligencia artificial (IA). Según lo que se lea, estos avances vinieron a mejorar la vida de las personas o a destruirla por completo en una especie de rebelión de las máquinas. Una de las noticias que más impactó este año fue el lanzamiento de ChatGPT, que generó entusiasmo y también temor entre las personas.
ChatGPT es parte de una nueva generación de sistemas de IA que pueden conversar, generar texto legible e incluso producir imágenes y videos novedosos con base en lo que han “aprendido” de una amplia base de datos de libros digitales, escritos en línea y otros medios.
Derek Thompson, editor y periodista en la revista The Atlantic, se hizo una serie de preguntas para saber si en realidad hay que tener temor a los nuevos avances de IA y pensar que llevan al fin de la raza humana o si son herramientas inspiradoras que mejoraran la vida de la personas.
El medio estadounidense señala que el desarrollo de las IA se está concentrando en las grande empresas y nuevas empresas respaldadas por capital de firmas de inversión tecnológicas.
El hecho de que estos desarrollos estén concentrados en empresas y no en universidades y gobiernos puede mejorar la eficiencia y calidad de estos sistemas de IA.
“No tengo dudas de que la IA se desarrollará más rápido dentro de Microsoft, Meta y Google de lo que lo haría, por ejemplo, el ejército de los Estados Unidos”, señala Derek Thompson.
El medio estadounidense advierte que las empresas podrían caer en errores al tratar de introducir de manera rápida en el mercado un producto que no está en óptimas condiciones.
Sobre el miedo de que las IA sean el comienzo del fin de la raza humana, el medio señala que sistemas como Bing y ChatGPT no son buenos ejemplos de inteligencias artificiales. Pero sí nos pueden mostrar nuestra capacidad para desarrollar una máquina súper inteligente.
Otros temen que los sistemas de IA no estén alineados con las intenciones de sus diseñadores. Sobre este tema, muchos estudiosos de ética de las máquinas han advertido sobre ese posible problema.
Una posible solución para esto es desarrollar un conjunto de leyes y regulaciones que garanticen que las IA que se desarrollen estén alineadas con los intereses de sus creadores y que estos intereses no perjudiquen a la humanidad. Y se desarrolla una IA por fuera de estas leyes sería ilegal.
Sin embargo, van a existir actores o regímenes con intereses deshonestos que pueden desarrollar IA con comportamientos peligrosos.
Desde hace unas décadas, se ha dicho que las IA reemplazarán a los trabajadores de algunos oficios como los radiólogos. Sin embargo, el uso de IA en la radiología sigue siendo un complemento para los médicos en lugar de un reemplazo. Al igual que en la radiología, se espera que estas tecnologías sirvan como un complemento para mejorar la vida de las personas.