Cuando Carlo Collodi, escritor y periodista italiano, concibió la historia de Pinocho, no lo hizo como un cuento de hadas, ya que en las primeras versiones el títere era ahorcado por sus innumerables errores. Posteriormente, el escritor decidió cambiar el final haciendo que la marioneta se convirtiera en un niño de verdad.
Se trató de una especie de alegoría sobre la formación de los seres humanos fundamentada en la virtud, la verdad y el honor. En otras palabras, para el autor el camino correcto se alcanzaba mediante la sabiduría y el conocimiento. Por lo tanto, la capacidad de superar las dificultades es lo que convierte a un sujeto en una persona real.
Si Collodi viviera en estos tiempos y específicamente en México, se daría cuenta de que existe un fenómeno que usa el “no mentir, no robar, no traicionar” para hacer todo lo contrario; y es que, en el nuevo estilo de la 4T, evasivo y negacionista, Andrés Manuel López Obrador (el Pinocho mexicano) al presentar en Campeche su 5.º Informe de Gobierno, lo hizo allá para que nadie lo pudiera confrontar con la realidad.
Se trató de un informe maquillado con base en información que, a falta de un análisis adecuado, podría parecer positiva, pero Presidente, ¿qué cree? Los mexicanos tenemos otros datos.
López dice que 5 millones de habitantes “dejaron la pobreza” gracias al “humanismo mexicano”. Si al ingreso de personas más pobres se suman los diversos programas Bienestar, con las cifras con las que el Coneval la mide, parecería que el dato del aumento en el ingreso de estas personas es correcto, pero resulta que el Ejecutivo no considera -u oculta- “otros datos”:
Para empezar, con informes del Coneval, 46.8 millones de mexicanos siguen en la pobreza (36.3% de la población), es decir que, con el gasto social más alto registrado en la historia, el Gobierno de López Obrador ha “sacado de la pobreza” sólo a 9% de los ciudadanos que existían en esta condición cuando inició la administración.
El peor impuesto a la pobreza es la inflación, hoy la inflación en alimentos es mucho mayor, casi el triple, de la que el Gobierno reconoce, sólo productos como el huevo, tomate, limón, entre otros de la canasta básica están en su mayor nivel en lo que va de esta administración, y en casos como el cítrico, la causa es que el nuevo regulador del mercado es el crimen organizado. ¿Y el Gobierno? Silencio.
El Coneval declara que este año hay 30.3 millones de personas que no tienen acceso a servicios de salud. ¿Sabrá el Presidente que esto significa un aumento de 50.74% de mexicanos que hoy no tienen ningún servicio público de salud? ¿Entenderá el impacto que este gasto por falta de servicios de salud significa para las familias más pobres? ¿Le importará?
El desastre del sector salud en la regulación, compra y distribución de los medicamentos ha provocado un total descontrol de los precios en prácticamente todas las medicinas. ¿A quién le afecta más este problema? exacto, a los más pobres.
De nuevo, el Coneval alerta que en 2018, el rezago educativo era de 23.5 millones de alumnos, hoy es de 25.1 millones de estudiantes, es decir este déficit social se incrementó 19.4%. Si a esto le agregamos que la calidad de los contenidos de los libros de texto va en picada, los niños en condición de pobreza tendrán cada vez menos oportunidades de mejorar su vida en el futuro. ¡Por el bien de la 4T, primero los pobres!
Dice López que su combate a la corrupción ha sido muy exitoso, eso sí, fue muy cuidadoso de no incluir en ese tema a sus hijos y familiares, o asuntos escabrosos como el metro de la CDMX, la muerte de migrantes, el fraude de Segalmex, etc. Esos no son actos criminales de corrupción, es pura politiquería conservadora.
Una de las perlas del informe de López es el “humanismo mexicano” que uno quiere pensar que eso será algo relacionado con el bien de las personas ¿o no? Pues no.
En México, 44 mil personas han desaparecido durante estos cinco años, y ahora la idea de López es desaparecerlos del censo, para que se extinga por completo su existencia oficial. ¿Esto es el humanismo mexicano? Presidente, lo que usted nunca logrará es que estas personas desaparezcan del recuerdo de sus familias. Nunca.
El país se desangra por la guerra que el crimen organizado le ha declarado a México con la complacencia del Gobierno. ¿Qué hace el humanismo mexicano con el problema más grave de todos los mexicanos?
El Presidente rindió su 5.º Informe con sus datos, ¿pero sabrá que México tiene, dolorosamente, otros datos con los que no hay nada que festejar?
Lo más seguro es que el burattino no lo sepa, o si lo sabe, lo calle.