Cusco, antigua capital del imperio inca, está conmovida ante un caso conocido en Perú en los últimos días: la investigación de una presunta red criminal que se dedicaría al tráfico de recién nacidos en la ciudad y, que en algunos casos, tendría como fin unos rituales.
La Policía Nacional del Perú (PNP) detuvo a tres personas y, de acuerdo al Ministerio Público, se le encontraron mensajes que apuntan a un aproximado de 20 bebés vendidos con paradero desconocido, reportó el domingo el diario local Perú21.
“Se han hallado estos chats donde se decía que contaban con bebés recién nacidos y les ponían los apelativos de ‘machitos’ para los varoncitos y ‘hembritas’ para las mujercitas”, detalló el fiscal Paulo Rivera Quispe, encargado de la Fiscalía de Trata de Personas.
La suma de la venta sería de 500 a 700 soles (de 134 a 188 dólares), apuntó Rivera, quien no descartó que algunos neonatos terminaran destinados para rituales de sacrificio de niños en la forma conocida como pago a la tierra.
El pago a la Pachamama, como se le conoce en zonas del Perú, es una costumbre ancestral en la cual comunidades campesinas devuelven simbólicamente a la tierra lo que han sacado de ella. La ofrenda comprende hojas de coca, maíz, dulces, entre otros productos.
Este lunes el vocero del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Alberto Arenas Cornejo, indicó que por el número de infantes y por la edad se trata de un delito agravado de organización criminal.
Entrevistado por la emisora Exitosa, señaló que “seguramente han captado a madres jóvenes muy vulnerables”, que posiblemente incluyan a mujeres de regiones aledañas y no solo del Cusco. “No se sabe cuál es el destino de los niños”, admitió.