El presidente Joe Biden firmó un memorando otorgando el beneficio, conocido como “salida forzosa diferida” (DED, en inglés), que no aplica par las personas condenadas por delitos federales o más de un delito leve.
El Ejecutivo explicó esta decisión citando el deterioro de las “condiciones humanitarias en la Franja de Gaza y los territorios palestinos tras la respuesta militar de Israel al horrible ataque terrorista del 7 de octubre.
Aunque sigo centrado en mejorar la situación humanitaria, muchos civiles siguen en peligro; por lo tanto, estoy ordenando que se aplace la expulsión de ciertos palestinos en EE.UU., subrayó Biden en un memorando.
El DED puede ser otorgado por el Ejecutivo estadounidense a discreción y protege de la deportación a sus beneficiarios por un periodo determinado. No concede, sin embargo, permiso de trabajo.
El Gobierno no proporcionó una cifra exacta de cuántos palestinos podrán acogerse a esta medida. Sin embargo, según el diario The New York Times, que fue el primero en anunciar la medida, podrían ser unos 6.000.
Esta decisión por parte de Biden llega en medio de la oposición por parte de algunos miembros de su partido y de la población civil al apoyo incondicional de EE.UU. a Israel, de cara al conflicto en la Franja de Gaza.
El pasado mes de noviembre, un grupo de 100 legisladores demócratas escribió una carta al gobierno demócrata pidiendo que se le otorgaran beneficios migratorios a los palestinos en el país, entre ellos el otorgado hoy.
Israel no ha dado señales de frenar su ataque a la Franja de Gaza, atacando este fin de semana la ciudad gazatí de Rafah, al extremo sur de la franja, donde se refugian la mayoría de los casi dos millones de desplazados por la guerra.
Solo este martes, las autoridades gazatíes denunciaron la muerte de 133 personas tras las ofensivas israelíes, lo que aumentó el número de fallecidos en 130 días de guerra a 28.473.