El nuevo balance oficial de víctimas del terremoto que azotó Marruecos el pasado viernes deja 2.862 muertos hasta las 19.00 hora local.
Según una nota del Ministerio marroquí del Interior, a esa hora se registraban además 2.562 heridos en las diferentes regiones afectadas.
Las consecuencias del terremoto dejaron muertos en una decena de provincias, pero las más afectadas son Al Haouz, -al sur de Marrakech y cercana al epicentro-, con 1.604 fallecidos, seguida de Taroudant (976 víctimas mortales).
El Ministerio de Interior marroquí indicó en un comunicado que las autoridades del país han realizado “una evaluación precisa” de las necesidades sobre el terreno, tomando en cuenta el hecho de que “la falta de coordinación en estos casos podría tener unos resultados contraproducentes.
Hasta ahora el Gobierno de Rabat ha aceptado la ayuda de cuatro países: España, Catar, el Reino Unido y Emiratos Árabes.
El presidente del Gobierno marroquí, Aziz Ajanuch, hizo este lunes su primera declaración tras el terremoto en el país magrebí y anunció indemnizaciones para que los ciudadanos que han perdido sus casas puedan reconstruirlas.
En una declaración a medios marroquíes, Ajanuch afirmó que en estos momentos el Ministerio del Interior y otros servicios de emergencia están haciendo un gran esfuerzo para ayudar a las personas en dificultad. “Hay muertos que hay que enterrar, hay también ayuda alimentaria que dar”, afirmó.
Pasada esta etapa, habló de la de la reconstrucción, para la que anunció la decisión, de acuerdo con las instrucciones del rey Mohamed VI, de “indemnizar a estas personas para que reconstruyan sus casas”.
El equipo de rescate español de la Unidad Militar de Emergencias (UME), desplegado en algunos pueblos del sur de Marruecos azotados por el terremoto del pasado viernes, han empezado a encontrar cuerpos en las aldeas de difícil acceso.
El jefe del equipo USAR del cuarto Batallón de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Comandante Enrique Bascuas Figueras, explicó a EFE que los efectivos españoles han conseguido acceder esta mañana en algunos pueblos de difícil acceso y añadió que “al parecer sí que hay equipos que han encontrado algún cuerpo”, sin dar más detalles.
Al margen de la ayuda del exterior, ciudadanos de varias localidades marroquíes han lanzado diversas iniciativas para asistir a los supervivientes del terremoto, mandando ropa, mantas y productos alimentarios hasta las aldeas afectadas, como en la ciudad norteña de Alhucemas.
Seis camiones con comestibles salieron esta madrugada de Alhucema, también han salido vehículos con comida de Imzuren y Ait Buayach.
Los habitantes del barrio periférico Bugarmán, en Ait Buayach, 20 kilómetros al sur de Alhucemas, pusieron su grano de arena con dos furgonetas cargadas de ayudas y pusieron a la disposición de los afectados un mini bús, una ambulancia y un equipo de jóvenes que se encargará de la distribución ayudas.
Cientos de marroquíes hacen estos días largas colas en diferentes ciudades para donar sangre para las víctimas del terremoto, en una acción sin precedentes en el país magrebí que ha contabilizado 13.000 donaciones en dos días, frente a las mil que se suelen registrar al día.
Según Rahil, desde el seísmo, en dos días se han presentado 17.000 personas para donar en diferentes localidades del país, y se han aceptado 13.000 de esas donaciones.
Mientras avanzan las operaciones de rescate, varios aldeanos han denunciado que 17 aldeas montañosas de la comarca de Imgdal, a unos 77 kilómetros al sur de Marrakech y a unos 50 kilómetros del epicentro del terremoto, siguen aisladas sin ayuda básica.
Se trata de aldeas como Anamir, Tiguirst, Taghzut y Taurirt, que según estos vecinos se encuentran totalmente aisladas.
En esta última población una mujer dio a luz al aire libre sin posibilidad de trasladarla a un hospital, explicó a EFE Omar Ait Said, procedente de Taurirt.
El sismo, de magnitud 6,8, sacudió el viernes varias provincias sureñas del país magrebí. Tuvo su epicentro en la localidad de Ighil, 63 kilómetros al suroeste de Marrakech, capital turística de Marruecos.
El terremoto mortal que azotó el pasado viernes Marruecos dejó este lunes siete réplicas de entre 3,4 y 4,1 grados y al menos una de ellas se sintió en las aldeas próximas al epicentro, lo que hizo rememorar a sus habitantes el miedo sentido tres días atrás.