Colombia fue el país más peligroso para los líderes y defensores ambientales en 2022, cuando se notificaron 60 asesinatos de ambientalistas en “otro año nefasto para el país”, según el último informe de Global Witness, una cifra que supone casi el doble que en 2021, cuando 33 defensores perdieron su vida por su labor.
Sin embargo, la organización señala que “hay esperanza” ya que el presidente colombiano, Gustavo Petro “prometió una transformación social y una mayor protección para los defensores” cuando asumió el cargo en agosto del año pasado, y “ningún gobierno se había comprometido a ello antes”.
Desde que la organización empezó a recolectar estos datos en 2012, Colombia acumula 382 asesinatos de líderes y defensores ambientales lo que lo convierte en “el país con el mayor número de asesinatos”.
El año pasado fue “un año de transición política en el país”, destaca el informe. “El gobierno de Iván Duque -duramente criticado por su inacción y el consiguiente ‘genocidio’ de líderes sociales– dio paso al de Petro”. Incluye “por primera vez” en su agenda política “específicamente la necesidad de proteger a los defensores y abordar las causas de los ataques contra ellos”.
Según el informe, el año pasado al menos 177 defensores del medioambiente fueron asesinados. “Aunque la cifra global es ligeramente inferior a la de 2021, cuando se registraron 200 asesinatos, esto no significa que la situación haya mejorado significativamente”.
“Cada vez se utilizan más estrategias no letales, como la criminalización, el acoso y los ataques digitales, para silenciar a los defensores”, alertó Global Witness. Agregó que “la situación en América Latina sigue siendo especialmente preocupante”.
En 2022, la región registró el 88 % de los asesinatos. “Una cifra cada vez mayor” y un total de 11 de los 18 países en los que se documentaron casos de asesinatos en 2022 estaban en América Latina. Colombia, Brasil y México lideran la lista de países más peligrosos del mundo para ser defensores de la naturaleza.