La Policía en Chapel Hill, Estados Unidos, pidió este miércoles a todas las personas que se hallaban en el campus de la Universidad de Carolina del Norte (UNC) que permanecieran en el interior de aulas o viviendas y cerraran ventanas y puertas por la presencia de un hombre armado en la zona.
Reportes en las redes sociales señalaron que la situación de pánico se desató tras un peligroso incidente en el Alpine Bagel Cafe en el corazón del campus de Chapel Hill. Testigos dijeron a la estación de televisión WRAL que una persona fue vista con un arma de fuego pero que no hubo disparos.
Autoridades universitarias activaron las sirenas en el campus poco antes de la 1 pm del miércoles y enviaron una alerta de emergencia. A las 2 pm, la universidad emitió una alerta actualizada que decía: “Todo despejado. Todo despejado. Reanudar las actividades normales”.
Un mensaje publicado en la página de Facebook de Chapel Hill-Carrboro City Schools (CHCCS) había señalado que el distrito escolar había entrado en un “modo seguro” de bloqueo. Las autoridades habían cerrado las puertas de las instituciones y no permitían que nadie entre o salga mientras las clases continuaban desarrollándose con normalidad.
“Manténgase cerca de su teléfono y correo electrónico para las actualizaciones a medida que monitoreamos esta situación nueva y en curso”, dijo el Jefe de Comunicaciones de CHCCS Andy Jenks en un comunicado.
Es la segunda vez que este campus se cierra en tres semanas. El 28 de agosto, un estudiante de posgrado disparó y mató a Zijie Yan en el interior de un laboratorio de la universidad. El ataque desencadenó la búsqueda de Tailei Qi, de 34 años. Estudiantes, profesores y personal permanecieron encerrados durante horas tras los disparos.
“Esta pérdida es devastadora y el tiroteo daña la confianza y la seguridad que tan a menudo damos por sentadas en nuestra comunidad universitaria”, declaró el rector de UNC-Chapel Hill, Kevin Guskiewicz. La noticia de ese ataque y el posterior bloqueo paralizaron el campus y parte de la ciudad de Chapel Hill, una semana después del inicio de las clases en la universidad pública más importante del estado, que cuenta con unos 32.000 estudiantes.
El equipo de seguridad del campus ha pedido a cualquiera que vea actividad sospechosa que llame al 911. Según explicaron funcionarios de la UNC, cuando la amenaza termina las sirenas vuelven a sonar pero con un tono diferente y este mensaje de voz: “Todo despejado. Reanuden las actividades normales”.