Este domingo el líder norcoreano Kim Jong-un se dirige de regreso a Corea del Norte desde Rusia, terminando un viaje de seis días, periodo en el que el mundo mantuvo los ojos sobre él y Vladimir Putin por los acuerdos de transferencia de armas entre los dos países encerrados en enfrentamientos separados con Occidente.
El tren blindado de Kim partió al sonido de la canción patriótica rusa de la marcha “Adiós de Slavianka” al final de una ceremonia de despedida en una estación de ferrocarril en Artyom, una ciudad rusa del lejano oriente a unos 200 kilómetros (124 millas) desde la frontera con Corea del Norte, informó la agencia estatal de noticias rusa RIA.
Altos funcionarios, incluido el Ministro de Recursos Naturales de Rusia, Alexander Kozlov, y el Gobernador regional de Primorye. Oleg Kozhemyako estuvo presente en la ceremonia, que contó con una banda militar rusa tocando himnos nacionales de Corea del Norte y Rusia.
Sin duda fue el viaje al extranjero más largo de Kim desde que asumió el poder a finales de 2011. Los observadores dijeron que se esperaba que Kim regresara a Pyongyang, la capital de Corea del Norte, alrededor del lunes por la tarde.
Desde que ingresó a Rusia el martes pasado en su primer viaje al extranjero en más de cuatro años, Kim se reunió con el presidente Vladimir Putin y visitó sitios militares y tecnológicos clave, subrayando la profundización de la cooperación en materia de defensa entre los países frente a confrontaciones separadas e intensificadas con Estados Unidos y sus países. aliados.
Funcionarios y expertos extranjeros han dicho que Corea del Norte podría proporcionar municiones muy necesarias para la guerra de Moscú contra Ucrania a cambio de sofisticada tecnología armamentista rusa que impulsaría las ambiciones nucleares de Kim.
Corea del Norte puede tener decenas de millones de proyectiles de artillería envejecidos y cohetes basados en diseños soviéticos que podrían reforzar las fuerzas rusas en Ucrania, según los analistas, a pesar de que sus sistemas de artillería tienen fama de poca precisión.
Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU le prohíben a Corea del Norte exportar o importar armas.
Para los observadores los supuestos intentos de Rusia por recibir municiones y proyectiles de artilleria de Corea del Norte demuestran desesperación de Moscú por abastecer su arsenal.
Afirman que a cambio del suministro de armamentos, Corea del Norte busca de Rusia ayuda económica y alimentaria, además de transferencias de tecnologías como construir mejores y más potentes misilies, además de un submarino de propulsión nuclear y un satélite espía.
Durante la reunión con Putin, Kim dijo que su país ofrecería su “apoyo total e incondicional” a Rusia.