Tras el sismo del 19 de septiembre de 2022 localizado 63 kilómetros al sur de Coalcomán, Michoacán, cuya magnitud fue de 7.7, el Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México (ISC) halló grietas debajo de todas las estaciones de las dos líneas del Cablebús y además encontró filtraciones de agua en el sistema electromecánico.
Estos desperfectos de dieron luego de una revisión minuciosa efectuada por el ISC en diciembre pasado en la zona donde pasa este medio de movilidad pública en las alcaldías Gustavo A. Madero e Iztapalapa.
Con base en el análisis, se califica a las grietas en el subsuelo como “generadoras de dudas”, por lo que los expertos aconsejaron al Servicio de Transportes Eléctricos (STE) hacer una evaluación más detallada a las 13 estaciones que componen ambas líneas del Cablebús, construidas entre 2019 y 2021.
En las cédulas de inspección postsísmica, el ISC remarcó que las filtraciones de agua y las grietas no presentan un alto riesgo, sin embargo, el arquitecto que hizo la evaluación entre el 25 y 26 de diciembre de 2022, sugirió la intervención del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex).
Para el especialista, en la estación Santa Marta, de la Línea 2, las filtraciones de agua en la estructura metálica en las escaleras son más notorias que en otras zonas y registró que el acero se expone entre la estación y el pasillo que conecta la estación con un Centro de Transferencia Modal (Cetram).
Indicó que también en la Línea 2, hay bajadas de agua que inundan el tránsito entre el pasillo del Metro Constitución de 1917 y la estación con el mismo nombre.
Respecto a la estación Quetzalcóatl, también de la Línea 2, no sólo existen grietas en el subsuelo y las filtraciones, sino que además se encontró una plaga de fauna nociva, aunque no detalló la especie.
Basta recordar que a finales de julio y principios de agosto pasado, el STE llevó a cabo la revisión anual de las dos líneas de Cablebús, en la que el gobierno de la Ciudad de México invirtió 30 millones de pesos.
Según Martín López Delgado, director del STE, la certificación de seguridad de ambas líneas tendrá validez de un año y detalló que para los próximos cinco años, el STE tendrá que inyectar cada 365 días recursos en las revisiones anuales y sus certificaciones que aplicarán las empresas Doppelmayr México y Alfa, las cuales son las proveedoras de estas unidades.
Una vez que transcurra este lustro, personal del STE deberá estar capacitado para aplicar ellos mismos las revisiones anuales de seguridad, agregó López Delgado hace poco más de un mes.