El primer ministro británico, Rishi Sunak, anunció este miércoles que cancelará la construcción del tren de alta velocidad hasta Manchester (norte de Inglaterra), ante la espiral al alza de los costes del mayor proyecto de infraestructuras en el Reino Unido en las últimas décadas.
“Cuando los hechos cambian, lo correcto es tener el valor de cambiar de dirección”, afirmó Sunak en su discurso de clausura del congreso anual del Partido Conservador, celebrado precisamente en Manchester.
Entre aplausos de los afiliados de la formación, el primer ministro indicó que dedicará los 36.000 millones de libras (41.000 millones de euros) que ahorrará con su decisión a mejorar el transporte local en el norte y el centro de Inglaterra.
El tren de alta velocidad que debía unir Londres con Manchester, proyectado desde 2010 y conocido como HS2 (High Speed 2), llegará ahora solamente hasta Birmingham (centro de Inglaterra), y continuará hacia el norte a través de vías convencionales, un cambio de planes que ha levantado críticas entre algunos líderes conservadores.
Sunak criticó el falso consenso entre los políticos de que la regeneración económica del país debe estar centrada en las ciudades, excluyendo todo lo demás y de que la conexión más importante que pueden tener esas ciudades es con Londres, y con ningún otro lugar.
Desde que se diseñó hace más de una década, el coste estimado del HS2 pasó de unos 33.000 millones de libras (38.000 millones de euros) a casi 100.000 millones de libras (115.000 millones de euros).
“No hay nada ambicioso en simplemente derrochar más y más dinero en el proyecto equivocado”, dijo el jefe de Gobierno, que subrayó que mantendrá las inversiones para unir las ciudades de Liverpool y Manchester y conversará con las autoridades locales para fijar sus prioridades de transporte.
Entre los críticos con la cancelación del ramal norte del HS2 está el “tory” Andy Street, alcalde de West Midlands (Birmingham y Coventry), que lo ve una “increíble metedura de pata política”.
Algunos conservadores, sin embargo, respaldan el movimiento de Sunak y creen que puede darle votos entre las clases trabajadoras del norte de Inglaterra, una región con altos índices de pobreza en la que son recurrentes las quejas sobre falta de autobuses urbanos y el mal estado de las carreteras.
La cancelación del HS2 puede jugar un papel relevante en las próximas elecciones generales, previstas el próximo año, en las que los conservadores lucharán por mantener el respaldo de antiguos votantes laboristas del norte de Inglaterra que se decantaron por los “tories” debido al Brexit.