Al menos doce niños, estudiantes de una escuela islámica, murieron el pasado domingo en un ataque de hombres armados no identificados en el norte de Nigeria, en el estado de Katsina.
Abubakar Gambo, jefe de la localidad afectada dijo que los estudiantes se encontraban celebrando el Milad (festividad que conmemora el nacimiento del profeta Mahoma) en una larga procesión en el pueblo de Rugar Kusawa, cuando varioshombres montados en motocicletas abrieron fuego contra ellos.
Explicó que al menos doce de los niños fueron asesinados y más de quince resultaron heridos en el ataque que fueron llevados al hospital, explicó Gambo
Un residente del pueblo llamado Aminu Umaru situó el número de muertos en nueve y detalló que los atacantes emergieron del bosque y empezaron a disparar a todo el mundo durante la procesión.
También el portavoz de la Policía de Katsina, Abubakar Sodiq Aliyu, confirmó la cifra de nueve a través de un comunicado, pero no especificó si se trataba de menores o de adultos.
Se pudo confirmar que un gran número de bandidos armados, empuñaban armas como rifles AK-47 y dispararon indiscriminadamente en la procesión del Milal.
Según Aliyu, tras recibir el aviso, los agentes fueron inmediatamente movilizados y entraron en acción, de manera que lograron repeler el ataque.
Algunos estados de Nigeria -sobre todo del centro y noroeste del país- sufren ataques incesantes por parte de bandidos, término usado en el país para nombrar a las bandas criminales que cometen asaltos y secuestros masivos para pedir cuantiosos rescates.
Los ataques se repiten pese a las repetidas promesas de terminar con la violencia del Gobierno nigeriano, que ha reforzado el despliegue de las fuerzas de seguridad.
A esta inseguridad se suma la ocasionada desde 2009 por la actividad del grupo yihadista Boko Haram en el noreste del país y, a partir de 2016, también de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental.