El presidente Joe Biden prometió visitar África este año, pero 2023 está llegando a su fin sin ningún viaje a la vista todavía. Biden tampoco ha dado ninguna indicación pública de que planea asistir a la conferencia de la ONU sobre cambio climático que comienza la próxima semana en Dubai.
Los presidentes estadounidenses tienden a revelar sus prioridades a través de sus calendarios. Biden ha prometido una relación más estrecha con los países africanos. De manera similar, ha enfatizado la importancia del liderazgo global en materia de cambio climático.
Los viajes presidenciales pueden realizarse muy rápidamente si es necesario. Biden realizó viajes de último momento a Israel y Vietnam, así como un viaje secreto a Ucrania. Pero el plazo para viajar se está apretando y no ha habido señales evidentes de preparación.
Ante lo que podría ser una dura campaña de reelección en 2024, Biden está haciendo malabarismos con una combinación de otras preocupaciones nacionales y extranjeras. África parece haber quedado relegada a un segundo plano a pesar de las efusivas afirmaciones que hizo Biden en diciembre pasado en una cumbre en Washington con 49 líderes de que sería un foco estratégico a medida que Estados Unidos asumiera compromisos políticos y financieros.
Mvemba Dizolele, director del Programa África del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo que si Biden no pudo ir al continente este año, mata bastante el impulso dejando colgados a los socios potenciales en África.
Otros vieron el posible viaje como en cualquier caso en gran medida simbólico y que tendría poco impacto entre los líderes africanos.
El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo esta semana que no tenía actualizaciones sobre cuándo podría viajar el presidente a África.
Biden ha pasado por un año agitado y eso ha dificultado la planificación de los viajes.
Con su población joven y sus recursos naturales, el continente está llamado a impulsar el crecimiento económico en las próximas décadas. África se ha convertido en un escenario clave en la competencia geopolítica entre Estados Unidos y China, y ambos países intentan cortejar a aliados en África a través de dinero para el desarrollo económico.