El emir gobernante de Kuwait, rico en petróleo, fue hospitalizado el miércoles debido a un problema de salud de emergencia, pero luego se informó que se encontraba en condición estable, renovando las preocupaciones de larga data sobre su salud desde que asumió el poder en 2020.
El informe de la agencia de noticias estatal KUNA no dio más detalles sobre el problema que enfrenta el jeque Nawaf Al Ahmad Al Sabah, de 86 años. Sin embargo, Sheikh Nawaf ha entregado el poder varias veces durante su gobierno a su adjunto mientras se enfrentaba a controles médicos y otros problemas.
Dada la edad de Sheikh Nawaf, la emergencia renueva las preocupaciones sobre su salud. Las noticias estatales informaron anteriormente que viajó a Estados Unidos para controles médicos no especificados en marzo de 2021.
La salud de los líderes de Kuwait sigue siendo un asunto delicado en la pequeña nación de Medio Oriente, fronteriza con Irak y Arabia Saudita, que ha sido testigo de luchas internas de poder detrás de las puertas de los palacios.
Sheikh Nawaf prestó juramento como emir tras la muerte en 2020 de su predecesor, el difunto jeque Sabah Al Ahmad Al Sabah. La amplitud y profundidad de la emoción por la pérdida de Sheikh Sabah, conocido por su diplomacia y pacificación, se sintió en todo el Medio Oriente.
Mientras tanto, el mandato del jeque Nawaf ha sido en gran medida tranquilo mientras Kuwait lucha por disputas políticas -incluida la reforma del sistema de bienestar de Kuwait- que impidieron que el jeque se endeudara. Eso le ha dejado con poco en sus arcas para pagar los inflados salarios del sector público, incluso cuando Kuwait genera una inmensa riqueza a partir de sus reservas de petróleo.
En 2021, Sheikh Nawaf emitió un decreto de amnistía largamente esperado, indultando y reduciendo las sentencias de casi tres docenas de disidentes kuwaitíes en una medida destinada a desactivar un importante enfrentamiento gubernamental.
Kuwait, una nación que alberga a unos 4,2 millones de personas y que es un poco más pequeña que el estado estadounidense de Nueva Jersey, tiene la sexta mayor reserva de petróleo conocida del mundo.