El líder norcoreano Kim Jong-un ha dicho que es un deber de las mujeres detener la caída en los nacimientos en el país para fortalecer el poder nacional, dijeron los medios estatales, mientras su gobierno intensifica el llamado para que el pueblo tenga más hijos.
Sin datos precisos por lo difícil de obtener una lectura detallada de las tendencias demográficas de Corea del Norte el gobierno de Corea del Sur evalúa que la tasa de fertilidad del Norte ha disminuido constantemente durante los últimos 10 años.
Se trata de un hecho preocupante para un país que depende de la mano de obra movilizada para ayudar a mantener a flote su economía quebrada y fuertemente sancionada.
El último llamamiento de Kim para que las mujeres tengan más hijos se hizo el domingo durante la Reunión Nacional de Madres del país, la primera de este tipo en 11 años.
“Detener la disminución de las tasas de natalidad y proporcionar un buen cuidado y educación infantil son todos nuestros asuntos familiares que debemos resolver junto con nuestras madres”, dijo Kim en su discurso de apertura.
En un evento dedicado a las madres norcoreanas, Kim destacó el papel central que desempeñan estas mujeres al soportar la pesada carga de dar continuidad a los verdaderos valores y naturaleza del país, según recoge la agencia estatal KCNA.
Las madres son la poderosa fuerza motor que ha cimentado de forma sostenida la lucha de todo un pueblo para lograr el respeto y la prosperidad, afirmó el dictador norcoreano en la V Conferencia Nacional de Madres, celebrada en Pionyang la víspera.
Kim también se refirió al problema que supone prevenir una disminución de la tasa de natalidad y proporcionar un buen cuidado y educación a los niños, asuntos que “deben resolverse trabajando junto a las madres.”
Si bien Corea del Norte es una de las naciones más pobres del mundo, el cambio en su estructura demográfica es similar al de los países ricos, dicen algunos observadores.
Corea del Norte se ha visto afectada por una carestía alimentaria a raíz del blindaje de las fronteras del país por la pandemia de coronavirus y por una serie de malas cosechas y condiciones meteorológicas desfavorables, según observadores del país.
Se cree no obstante que la situación alimentaria habría mejorado con la reapertura progresiva del comercio con China durante los últimos meses.