El Primer Ministro de Japón, Fumio Kishida, se comprometió a liderar los esfuerzos para lograr simultáneamente la descarbonización, el crecimiento económico y la seguridad energética en Asia, un objetivo ambicioso que fijó el lunes en una cumbre climática regional a la que asistieron líderes del Sudeste Asiático.
Kishida dijo en la cumbre de la Comunidad Asia Cero Emisiones, o AZEC, que la iniciativa creará un nuevo y enorme mercado de descarbonización en Asia que atraerá capital global.
La descarbonización en Asia requerirá 4.000 billones de yenes (28 billones de dólares), dijo Kishida, y prometió establecer una nueva organización para apoyar a los países AZEC en su esfuerzo por implementar las políticas necesarias para lograr la neutralidad de carbono.
Los líderes de nueve países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, excepto Myanmar, además de Australia, expresaron su compromiso de cooperar para lograr la neutralidad de carbono.
La cumbre se celebró un día después de que Japón organizara el domingo una cumbre especial para conmemorar los 50 años de vínculos con la ASEAN.
Como parte de la iniciativa AZEC, Japón se ofrece a ayudar a otros miembros con tecnologías para reducir las emisiones, incluida la tecnología de cocombustión que utiliza amoníaco o hidrógeno, así como paneles solares flexibles y más móviles.
Kishida dijo que Japón cooperará con los miembros de AZEC para establecer una hoja de ruta de descarbonización y otras medidas, al tiempo que ofrecerá apoyo en financiación, tecnología y recursos humanos mediante el establecimiento del Centro Asiático de Cero Emisiones en Indonesia.
Japón ha enfrentado críticas de grupos ambientalistas por no establecer un cronograma para dejar de usar combustibles fósiles. Kishida, en la cumbre COP28 en Dubai, prometió que Japón pondrá fin a la nueva construcción en el país de centrales eléctricas alimentadas con carbón sin cesar, en una muestra de una determinación más clara que en el pasado hacia el logro de cero emisiones netas.
Kishida también ha prometido que Japón emitirá el primer bono gubernamental de transición del mundo con certificación internacional. Los funcionarios japoneses dicen que Japón pretende financiar 20 billones de yenes (135 mil millones de dólares) durante los próximos 10 años para promover inversiones del sector privado por valor de 150 billones de yenes (1 billón de dólares).
Japón contribuirá a la expansión de la capacidad crediticia por un total de aproximadamente 9 mil millones de dólares mediante la provisión de mejoras crediticias al Banco Mundial y al Banco Asiático de Desarrollo, y también hará una contribución separada del nuevo fondo del Banco Africano de Desarrollo, dijo Kishida.