Federico X fue aclamado el domingo por una multitud tras acceder al trono de Dinamarca, después de la abdicación de su madre Margarita, una nueva etapa en la historia de esta monarquía nórdica. El nuevo rey, en uniforme militar, y su familia, fueron aplaudidos por la multitud.
“Hoy estamos a domingo 14 de enero de 2024. Su Majestad la reina de Margarita II abdicó (…) Larga vida a su Majestad el rey Federico X”, proclamó la primera ministra, Mette Frederiksen, desde el balcón del palacio de Christiansborg, ante unas 100.000 personas.
“Mi madre logró ser una con su reino como pocas (…) Mi esperanza es convertirme en un rey unificador para el futuro”, dijo Federico X. “Es una responsabilidad que asumo con respeto, orgullo y mucha alegría”.
Antes de alejarse del balcón, el monarca besó a su esposa, la reina María, ataviada con un vestido blanco. Nacida en Australia, es la primera reina danesa que no proviene de la nobleza. Margarita II, de 83 años, firmó el acta de abdicación durante un Consejo de Estado, en presencia del gobierno.
Al firmar el documento, un acto inédito en la historia contemporánea del país, puso fin a sus 52 años de reino y convirtió automáticamente a su hijo en rey. Es la segunda vez que un soberano danés abdica. El rey Erico III lo hizo hace casi nueve siglos, en 1146.
Las imágenes difundidas por la televisión mostraron a la exmonarca emocionada, vestida con un conjunto rosa oscuro. “Que Dios bendiga al rey”, afirmó con lágrimas en los ojos. Su vehículo abandonó el palacio, sede del gobierno y del parlamento, entre los aplausos de la multitud.