Los ejércitos estadounidense y británico bombardearon múltiples objetivos en ocho lugares utilizados por los hutíes respaldados por Irán en Yemen el lunes por la noche, la segunda vez que los dos aliados han llevado a cabo ataques coordinados de represalia contra una serie de capacidades de lanzamiento de misiles de los rebeldes.
Según funcionarios, Estados Unidos y el Reino Unido utilizaron misiles Tomahawk lanzados desde buques de guerra y submarinos y aviones de combate para destruir los sitios de almacenamiento de misiles, drones y lanzadores de los hutíes. Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato para discutir una operación militar, dijeron que Australia, Bahrein, Canadá y los Países Bajos contribuyeron a la misión, incluso con inteligencia y vigilancia.
En una declaración conjunta, las seis naciones aliadas dijeron que los ataques apuntaron específicamente a un sitio de almacenamiento subterráneo de los hutíes y a lugares asociados con las capacidades de vigilancia aérea y de misiles de los hutíes.
El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña confirmó que cuatro aviones Typhoon de la Royal Air Force atacaron múltiples objetivos en dos sitios militares en las cercanías del aeródromo de Sanaa con bombas guiadas con precisión. Los ataques, dijo el secretario de Defensa, Grant Shapps, estaban destinados a degradar las capacidades de los hutíes y asestarían otro golpe a sus limitadas reservas y a su capacidad de amenazar el comercio mundial.
Un alto funcionario militar estadounidense dijo a los periodistas que los ataques arrojaron entre 25 y 30 municiones y alcanzaron múltiples objetivos en cada lugar, y agregó que Estados Unidos observó buenos impactos y efectos en todos los sitios, incluida la destrucción de armas más avanzadas en la instalación de almacenamiento subterráneo. El funcionario dijo que esta es la primera vez que se atacan armas tan avanzadas.
El funcionario también dijo que aviones de combate del portaaviones USS Dwight D. Eisenhower realizaron ataques, y otros barcos involucrados incluyeron el USS Gravely y el USS Mason, ambos destructores navales, y el USS Philippine Sea, un crucero.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, habló con el presidente Joe Biden el lunes temprano. La oficina de Sunak dijo que los dos líderes acordaron tomar medidas militares específicas, según sea necesario, para degradar las capacidades hutíes.