Este Gobierno concluirá sin que haya podido cumplir dos promesas con las que el hoy Presidente y su partido lucraron políticamente por años: la recuperación de los cuerpos de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el “rescate’’ de los 66 mineros muertos en Pasta de Conchos.
El caso de Ayotzinapa se le atragantó a la actual administración que, para pronto, fue ya descalificada por los deudos de los normalistas desaparecidos.
Aunque mantiene en prisión al exprocurador Jesús Murillo Karam, el proceso sigue sin avances sustanciales.
Por el contrario, el poder judicial ha ido tirando las acusaciones en contra de civiles y militares señalados como partícipes en delito de desaparición forzada.
El fin de semana pasado, la juez Segunda de Distrito de Procesos Penales Federales en el estado de México, Raquel Ivette Duarte Cedillo, ordenó la liberación de 8 militares que se encontraban presos en el Campo Militar Número 1.
No fueron declarados inocentes, llevarán su proceso en libertad, a pesar de que la FGR anunció que interpondrá una demanda en contra de la jueza y de tres magistrados del Tribunal Colegiado que ordenaron la revisión de la sentencia.
De los 66 de Pasta de Conchos, no hay siquiera un informe; parece que le echarán tierra al asunto y ya.
El gobierno de Quintana Roo, que encabeza Mara Lezama, presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República en contra de la empresa “Desarrollos Hidráulicos de Cancún S.A de C.V.’’, mejor conocida como “Aguakan’’, por mentir a un juez de distrito en una solicitud de amparo.
Como sabe, “Aguakan” tiene concesionada la administración y distribución del agua potable y alcantarillado en Cancún y municipios aledaños.
El negocio ha sido quizá uno de los más rentables en la historia del estado -no solo para los propietarios sino para funcionarios municipales y estatales- pero está a punto de caerse.
“Aguakan” había logrado la ampliación del negocio hasta el 31 de diciembre ¡del 2053! pero la actual legislatura local abrogó, el 22 de diciembre de 2023, dicha ampliación.
La empresa solicitó un amparo, pero le ocultó al juez Julio César Ortiz Mendoza, los múltiples procedimientos administrativos por daños al medio ambiente que le fueron iniciados tanto por algunos municipios como por la Procuraduría del Medio Ambiente.
A ver.
Muy sonrientes se saludaron Mario Delgado y el exministro Arturo Zaldívar antes del inicio de la sesión del Consejo Nacional de Morena.
Se dijeron algunas cosas y se prodigaron sonrisas.
Pero, minutos más tarde, Delgado no autorizó que Zaldívar subiera al templete con la candidata.
Cierto, Delgado se pasa de soberbio, pero Zaldívar de inocente.
¡Qué mal pago!
Previo a la sesión del Consejo Nacional de Morena, la candidata Claudia Sheinbaum sostuvo un encuentro con los gobernadores del partido.
La reunión se denominó en redes sociales “Unid@s y Felices’’ y así parecía que estaban en la foto grupal que se tomó.
Solo había un gobernador que no estuvo ni unido ni feliz.
Se trata del michoacano Alfredo Ramírez Bedolla, que hizo su berrinche porque nomás no pudo colocar en las listas de candidatos al Senado y a la Cámara de Diputados a sus incondicionales.
Ramírez Bedolla presionó, chantajeó, amenazó, pero no pudo lograr que las asignaciones de las candidaturas fueran de manera directa (o sea que los nombrara él) y de puro coraje, a pesar de ser consejero nacional de Morena, ni siquiera estuvo en la sesión en la que Sheinbaum fue declarada oficialmente candidata.
En palacio nacional y en el equipo de Sheinbaum ya tomaron nota.