El personal y varios vehículos de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (Monusco) fueron atacados este sábado en la capital del país, Kinsasa, denunció la misión de la ONU.
En un comunicado emitido, la jefa de la Monusco, Bintou Keita, reprobó“la serie de ataques contra el personal de las Naciones Unidas” y pidió a las autoridades congoleñas “investigaciones con miras a procesar a los autores.
Varios vehículos de la ONU fueron incendiados y saqueados, subrayó Keita, al incidir en que as amenazas y los ataques contra el personal de las Naciones Unidas y sus familias son inaceptables.
La misión recordó que su personal se encuentra en la República Democrática del Congo para contribuir a la consolidación de la paz y la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones.
El sábado estallaron manifestaciones en Gombe, un distrito de Kinsasa que alberga embajadas y oficinas de organizaciones internacionales como la ONU.
Según medios locales, jóvenes enojados quemaron vehículos pertenecientes a algunas embajadas, como la de Costa de Marfil, y a la Monusco.
Los manifestantes expresaron su descontento por lo que perciben como indiferencia de la comunidad internacional ante el drama humanitario y de seguridad que se vive en el este del país.
Llamada a la calma
El ministro congoleño del Interior, Peter Kazadi, condenó los actos de violencia en Kinsasa y llamó a la calma a la población.
Los recientes avances del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) contra el Ejército congoleño en la provincia nororiental de Kivu del Norte han agravado el conflicto en la zona y han empeorado la crisis humanitaria.
Más de 150.000 personas han huido de sus casas en esa área desde el pasado día 2, más de la mitad, niños, según indicó el pasado jueves la ONG Save the Children.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la Monusco desde que asumió el control de una operación anterior de la ONU en 2010.