El grupo militante Al Shabab, vinculado a Al Qaeda, se atribuyó un ataque que mató a cuatro soldados emiratíes y a un oficial militar bahreiní en una misión de entrenamiento en una base militar en la capital somalí, dijeron las autoridades. El ataque tuvo como objetivo las tropas en la Base Militar General Gordon en Mogadiscio. Los detalles sobre el ataque y si mató a otras personas seguían siendo escasos el domingo, aunque el presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, ofreció sus condolencias a los Emiratos Árabes Unidos por la pérdida de sus tropas.
A primera hora la agencia de noticias estatal WAM de los Emiratos Árabes Unidos informó del asesinato de tres de sus soldados y del oficial bahreiní en un acto terrorista. Un cuarto murió más tarde en el camino de regreso a los Emiratos, informó WAM.
WAM publicó imágenes de tres ataúdes cubiertos con banderas saliendo de un Boeing C-17A Globemaster III emiratí en el Aeropuerto Ejecutivo Al Bateen en Abu Dhabi con una guardia de honor presente.
WAM identificó a los muertos como un coronel, dos suboficiales y un cabo.
Anwar Gargash, un alto diplomático emiratí, ofreció sus condolencias a los fallecidos y una rápida recuperación a los heridos. “Ningún acto traicionero nos impedirá continuar con el mensaje de seguridad y combatir el extremismo y el terrorismo en todas sus formas”, escribió Gargash en X.
El ejército de Bahréin, una nación insular en el Golfo Pérsico frente a la costa de Arabia Saudita, reconoció más tarde la muerte de un importante en un comunicado difundido por la Agencia de Noticias estatal de Bahréin.
Al-Shabab reivindicó el ataque en un comunicado en línea, alegando que mató a varias personas involucradas en el esfuerzo militar de los Emiratos. Describió a los Emiratos Árabes Unidos, una federación de siete jeques en la Península Arábiga, como un “enemigo” de la ley islámica Shariah por respaldar al gobierno somalí en sus esfuerzos por combatir a al-Shabab.
Al-Shabab, o la juventud en árabe, es un grupo extremista islámico sunita en Somalia nacido de los años de anarquía que vivió ese país después de su guerra civil de 1991. La filial de Al Qaeda alguna vez controló Mogadiscio. Con el tiempo, una fuerza encabezada por la Unión Africana, con el respaldo de Estados Unidos y otros países, expulsó a los militantes de Mogadiscio. En los años transcurridos desde entonces, Al Shabab ha seguido siendo una amenaza en su intento de derrocar al gobierno somalí respaldado por Occidente.
Al-Shabab también ha llevado a cabo ataques en la vecina Kenia, ya que Nairobi proporciona tropas y material a la fuerza de la Unión Africana en Somalia.