Human Rights Watch dijo que el sistema de salud pública de Afganistán se ha visto gravemente afectado tras una fuerte reducción de la asistencia extranjera, junto con graves abusos de los talibanes contra mujeres y niñas, que ponen en peligro el derecho a la atención sanitaria de millones de afganos. En un informe, el organismo de control con sede en Nueva York dijo que esto ha dejado a la población afgana cada vez más vulnerable a la desnutrición y enfermedades graves, entre otros efectos de una atención médica inadecuada.
La toma de Afganistán por los talibanes en agosto de 2021 llevó a millones de personas a la pobreza y el hambre después de que la ayuda exterior se detuviera casi de la noche a la mañana. Las sanciones contra los gobernantes talibanes, la suspensión de las transferencias bancarias y la congelación de miles de millones de dólares en las reservas monetarias de Afganistán han cortado el acceso a las instituciones globales y al dinero externo que sustentaba la economía dependiente de la ayuda antes de la retirada de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN.
En 2023, el Programa Mundial de Alimentos advirtió que las tasas de desnutrición en Afganistán estaban en un nivel récord y que la mitad del país padecía hambre severa durante todo el año.
Las mujeres y las niñas se han visto afectadas de manera desproporcionada por la crisis sanitaria, en particular debido a los abusos de los talibanes, dice el informe.
Los talibanes han excluido a las mujeres de la mayoría de los ámbitos de la vida pública y del trabajo y han impedido que las niñas vayan a la escuela más allá del sexto grado como parte de las duras medidas que impusieron después de tomar el poder.
Las restricciones talibanes a la libertad de movimiento y empleo de las mujeres han limitado gravemente su acceso a los servicios de salud, según el informe de HRW, mientras que las prohibiciones a la educación han bloqueado casi toda la capacitación de las futuras trabajadoras de la salud en el país.
La pérdida de ayuda extranjera para el desarrollo y las violaciones de los derechos de los talibanes han causado una crisis de salud catastrófica en Afganistán que está dañando desproporcionadamente a mujeres y niñas, el costo del tratamiento y los medicamentos ha puesto la atención fuera del alcance de muchos afganos, dijo el informe citando a Fereshta Abbasi, investigadora de Afganistán de Human Rights Watch.
Si bien los afganos que viven en la pobreza siempre han enfrentado dificultades para obtener atención médica debido a los costos, un número cada vez mayor ahora lucha para pagar los alimentos y a menudo no puede cubrir el precio de los medicamentos y el transporte para llegar a los servicios de salud.
Los talibanes también han impuesto a las mujeres cubrirse la cabeza, o hijab, y regulaciones estrictas con respecto a la presencia de un tutor masculino, conocido como mahram, lo que impide aún más que las mujeres viajen por trabajo o reciban tratamiento, según el informe.