Hay de dichos a dichos, y como somos los mexicanos, a todo le encontramos sentido y, en este caso, no hay que olvidar que uno de los dichos preferidos del presidente Andrés Manuel López Obrador es aquel que dice “lo que no tizna, mancha’’ y eso le ha pasado a él, en lo personal, y a su movimiento en general, pero en grado superlativo.
Y es que el reportaje aparecido hace días en que se revela una investigación de la DEA por el eventual financiamiento del narco a la campaña presidencial del 2006 del hoy Presidente y, posteriormente, al plantón de meses en Paseo de la Reforma, le ha significado un alto costo político al jefe del Ejecutivo mexicano.
Él mismo reconoció que, unos días después de la publicación del reportaje en ProPublica, su oficina de prensa había registrado unos 170 millones de mensajes con ese tema y ni siquiera “el Superbowl’’ lo logró, dijo el inquilino de Palacio Nacional.
Pero este tema, por más que se quiera desestimar y trivializar, se mantiene vigente y por más explicaciones que ha tratado de dar el propio López Obrador o trate de repartir culpas y sospechas a diestra y siniestra entre “neoliberales’’ y “corruptos’’, nomás no pega una.
El reportaje, firmado por el multipremiado periodista Tim Golden, se fundamentó en una investigación realizada por la DEA entre 2010 y 2011; López Obrador calificó a Golden como “peón’’ de la agencia estadounidense contra las drogas y de inmediato ProPublica respondió a esos señalamientos.
De entrada explicó que la DEA cerró la investigación “por falta de pruebas sólidas de las acusaciones y por temor de que pudiera interpretarse como injerencia de Estados Unidos’’ en la política mexicana.
Mike Vigil, exjefe de operaciones de la DEA, reforzó el argumento anterior y dijo, en varias entrevistas, que nunca se acreditó el aporte del narco a esa campaña.
También agregó que fue por órdenes de Barack Obama que la investigación se archivó.
No se sabe, como bien lo dijo hace días el ex canciller Jorge Castañeda, si la investigación se reabrió, si se sigue investigando o está cerrada.
Pero, a la luz de los hechos ocurridos en las elecciones intermedias del 2021 en la que la participación de la delincuencia organizada fue notable, la DEA podría estar reactivando esa o creando una nueva investigación.
Como sea, el tema sigue siendo tendencia en las redes y será un arma que sin duda utilizará la oposición, así como Morena utiliza la presunta sociedad de Genaro García Luna con un cártel en especial.
En ambos casos, los testimonios que mancharon a López Obrador y encarcelaron a García Luna provienen de testigos protegidos.
No cabe duda que “lo que no mancha tizna”, pero en el caso de López Obrador lo que se advierte es que ya lo tiznó de por vida.