El primer ministro chino, Li Qiang, anunció un ambicioso objetivo de crecimiento económico de alrededor del 5% para 2024, prometiendo medidas para transformar el modelo de desarrollo del país y desactivar los riesgos alimentados por promotores inmobiliarios en quiebra y ciudades endeudadas.
Al presentar su primer informe de trabajo en la reunión anual del Congreso Nacional del Pueblo, el parlamento oficial de China, Li Qiang también señaló un mayor gasto en defensa, al tiempo que endureció la retórica sobre Taiwán.
Al establecer un objetivo de crecimiento similar al del año pasado, que será más difícil de alcanzar a medida que la recuperación post-Covid esté perdiendo fuerza, Beijing indica que está priorizando el crecimiento sobre cualquier reforma, incluso cuando Li Qiang prometió nuevas políticas audaces, dijeron analistas.
El crecimiento desigual del año pasado puso al descubierto los profundos desequilibrios estructurales de China, desde el débil consumo de los hogares hasta los retornos de la inversión cada vez más bajos, lo que provocó llamados a favor de un nuevo modelo de crecimiento.
China comenzó el año con una caída del mercado de valores y una deflación a niveles no vistos desde la crisis financiera mundial de 2008-09. La crisis inmobiliaria y los problemas de deuda de los gobiernos locales persistieron, aumentando la presión sobre los líderes chinos para que idearan nuevas políticas económicas.
No hubo un cronograma ni detalles concretos para los cambios estructurales que China pretende implementar, y Li Qiang también enfatizó la estabilidad como la base de todo lo que hacemos.
Li Qiang reconoció que alcanzar el objetivo no será fácil y añadió que se necesita una postura fiscal proactiva y una política monetaria prudente. El objetivo considera la necesidad de impulsar el empleo y los ingresos y prevenir y desactivar los riesgos, dijo Li Qiang.
El Fondo Monetario Internacional proyecta que el crecimiento de China en 2024 será del 4,6% y descenderá al 3,5% en 2028.
El presupuesto de defensa de China se ha duplicado desde que el presidente Xi Jinping llegó al poder hace más de una década. Este año marca el trigésimo consecutivo de aumento del gasto en defensa, según una investigación del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.
Ante una crisis demográfica que también amenaza el cambio a un modelo de crecimiento impulsado por el consumo, el planificador estatal de China prometió mejorar las políticas que apoyan la natalidad, al tiempo que aumenta los beneficios y las pensiones básicas para su creciente población de edad avanzada.
En el sector inmobiliario, Li Qiang prometió financiar proyectos justificados y proporcionar más viviendas sociales mientras Beijing busca resolver un exceso de propiedades sin terminar que ha preocupado a los compradores de viviendas.