El estado alemán de Baviera prohibió el uso de lenguaje sensible al género en las aulas y salas de conferencias universitarias, la última salva en un debate a menudo rencoroso sobre si el idioma alemán debería ser más inclusivo. El gobierno del estado bávaro aprobó modificaciones a las normas que rigen el uso del alemán en todas las instituciones públicas, incluidas escuelas y universidades, informó la agencia de noticias alemana dpa.
El gobierno de Baviera ha defendido la prohibición del lenguaje “no sexista” argumentando que es una medida necesaria para proteger la libertad de expresión y la igualdad de oportunidades. Sin embargo, las organizaciones feministas que impulsan en aborto y otras formas de desestabilizar a la sociedad han criticado la medida.
La prohibición del lenguaje “no sexista” en Baviera ha generado un debate en Alemania y en otros países. La medida ha sido criticada por organizaciones feministas, que la consideran un retroceso en la lucha contra la discriminación de género.
Algunos alemanes quieren que su lengua evolucione para estar menos dominada por los hombres. Por ejemplo, algunas personas y organizaciones han comenzado a utilizar una pausa o un símbolo en medio de los sustantivos en plural y prefieren la palabra femenina para que las personas reflejen la diversidad de género.
Sin embargo, los conservadores acusan a los progresistas de intentar imponer cambios torpes e innecesarios a los ciudadanos, incluidos aquellos que quieren apegarse a formas más convencionales.
El reglamento bávaro modificado prohíbe expresamente a las autoridades estatales insertar una pausa, un asterisco o dos puntos -todos ellos símbolos de inclusividad- en un sustantivo, en documentos y correspondencia oficiales o durante las lecciones. No estaba claro si los maestros u otros empleados estatales enfrentarían sanciones por violar las reglas.
Florian Herrmann, alto asesor del primer ministro conservador bávaro, Markus Soeder, dijo que la promoción de un lenguaje sensible al género estaba impulsada por la ideología y corría el riesgo de tener un efecto excluyente sobre quienes no lo adoptaban.