Los agricultores arrojaron remolachas, rociaron estiércol a la policía y quemaron heno, mientras cientos de tractores volvían a cerrar las calles cercanas a la sede de la Unión Europea, donde los ministros de agricultura intentaban aliviar una crisis que ha llevado a meses de protestas en todo el bloque de 27 miembros.
Los agricultores protestaron por lo que consideran una burocracia excesiva y prácticas comerciales desleales, así como por el aumento de las medidas medioambientales y las importaciones baratas de Ucrania. “Ganémonos la vida con nuestra profesión”, decía un cartel colocado en un tractor que bloqueaba una vía principal llena de patatas, huevos y estiércol.
Cuando las protestas volvieron a convertirse en violencia, la policía utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para mantener a raya a los agricultores y a unos 250 tractores, incluso cuando los ministros se reunieron para impulsar medidas destinadas a calmar la crisis. Las autoridades pidieron a los viajeros que se mantuvieran fuera de Bruselas y trabajaran desde casa tanto como fuera posible.
Los agricultores, la policía y los bomberos tuvieron que curar heridas, pero ninguna puso en peligro sus vidas. El gobierno criticó a los agricultores por no contener a los elementos violentos que arrojaron bicicletas eléctricas desde un puente e incendiaron la entrada de una estación de metro.
“La violencia, los incendios provocados y la destrucción durante las protestas son inaceptables”, afirmó la ministra del Interior, Annelies Verlinden, e insistió en que los culpables serían procesados.
Con protestas que tuvieron lugar desde Finlandia hasta Grecia, Polonia e Irlanda, los agricultores ya han obtenido concesiones de las autoridades nacionales y de la UE, desde una flexibilización de los controles en las granjas hasta un debilitamiento de las normas medioambientales y sobre pesticidas.
El lunes se pospuso indefinidamente un importante plan de la UE para proteger mejor la naturaleza en el bloque de 27 naciones y luchar contra el cambio climático, lo que subraya cómo las protestas han tenido una profunda influencia en la política.
Los estados miembros de la UE dieron el martes su aprobación provisional a propuestas que equivalen a debilitar o recortar las reglas en áreas como la rotación de cultivos, la protección de la cobertura del suelo y los métodos de labranza. Los pequeños agricultores, que representan alrededor de dos tercios de la fuerza laboral y los más activos en el movimiento de protesta, estarán exentos de algunos controles y sanciones.
Se espera que el parlamento de la UE decida sobre las propuestas a finales de abril.